Un espejismo
He estado este verano de vacaciones en Sagunto. Todav¨ªa creo que he so?ado. Si hubiera ido al desierto y hubiera tenido alg¨²n espejismo no habr¨ªa sido tan fant¨¢stico como lo que vi en este maravilloso lugar de la Comunidad Valenciana. Lo primero que hice fue ir de turismo, al castillo, al teatro romano... y, ?qu¨¦ veo!, que est¨¢n enterrando el teatro, lo est¨¢n forrando de un maravilloso m¨¢rmol blanco, dejando unas gradas como si fueran un decorado de una obra teatral, lo m¨¢s parecido a un pastel de cumplea?os. La parte del escenario tampoco hay que perd¨¦rsela, est¨¢n levantando una pared de unos ocho metros de altura de ladrillo de color amarillo, con ventanitas y todo.Supongo que los responsables de este crimen cultural son los miembros de la Consejer¨ªa de Cultura, nombre gracioso por a?adidura, dadas las circunstancias; cultura es otra cosa, que, adem¨¢s, tiene que ir unida a sensibilidad.
Imaginar que una decisi¨®n as¨ª se habr¨¢ tomado en una mesa llena de personas responsables y conocedoras, expertos en la materia, como se dice ahora, es tambi¨¦n divertido. ?C¨®mo es posible tanta ignorancia, tanta torpeza? ?C¨®mo se castiga una cosa as¨ª? ?Con qui¨¦n cuentan estas personas para hacer esto? Yo quisiera recordar a todos ellos y a otros que tengan proyectos semejantes que, aunque en su suelo tengan las ruinas de estas civilizaciones de anta?o, son de todos. Yo no soy valenciana, soy vasca, y me duele semejante desatino, porque es patrimonio de todos, no de los valencianos -lo digo sin ¨¢nimo de herirles, todo lo contrario, sabiendo lo grande que es lo que poseen-. Ni siquiera son de los espa?oles, son de todos, del mundo, y es un orgullo que Sagunto est¨¦ en nuestro suelo.
Les sugerir¨ªa a estos se?ores/ as que fueran, por ejemplo, a Grecia, que vean c¨®mo lo que aparentemente es tina piedra y nada m¨¢s la cuidan, la miman, leen en ella el pasado, lo que ha habido antes de nosotros. Gracias a estas cosas sabemos nuestra historia, de d¨®nde nos viene lo que sabemos.
Sagunto, si se cuidara, si se fuera consciente de lo que hay all¨ª, deber¨ªa ser un sitio de turismo cultural de primera.
Decididamente, no nos merecemos tener estas cosas. Qu¨¦ tonta soy; a mis a?os, seguir pensando que para ciertos cargos hay que poner personas id¨®neas, lo que entre los funcionarios se llama adecuaci¨®n; hay que tener un m¨ªnimo de conocimiento, de sensibilidad, de responsabilidad, de amor por las cosas bellas, y l¨®gica.
Si usted no tiene nada de eso y le dan un cargo de cultura, enhorabuena, pero sea un poco inteligente (tampoco hace falta mucho) y ases¨®rese para no meter la pata.-
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