Heseltine apoya la uni¨®n europea con entusiasmo ante los conservadores brit¨¢nicos
El Gobierno brit¨¢nico lanz¨® ayer una fuerte ofensiva para retomar el control sobre el Partido Conservador. Michael Heseltine, ministro de Industria, fue el encargado de encabezar el ataque contra las posiciones euroesc¨¦pticas. Heseltine entusiasm¨® a la mayor¨ªa de los compromisarios con un apasionado alegato a favor del Tratado de Maastricht, pero no logr¨® acallar a los rebeldes y en alg¨²n momento tuvo que enfrentarse directamente a ellos. La conferencia anual de los tories se desarrolla en un clima de guerra abierta.
Los compromisarios conservadores, a¨²n aturdidos por el devastador discurso antieuropeo lanzado el martes por el ex presidente del partido, Norman Tebbit, lord Tebbit, desayunaron ayer con noticias de otra escaramuza rebelde. En este caso, la protagonista era la mism¨ªsima Margaret Thatcher, lady Thatcher. La ex primera ministra, que llegar¨¢ hoy a la ciudad costera de Brighton para unirse a la conferencia, quiso que sus ideas la precedieran. Y remiti¨® al semanario The European -que se pone precisamente hoy a la venta- un art¨ªculo en el que no s¨®lo rechaza Maastricht y el Sistema Monetario Europeo, sino que defiende la Europa a dos velocidades, que tanto espanta a John Major. Fotocopias del art¨ªculo, circulaban ayer de mano en mano y azuzaban las diferencias.Para unos, lady Thatcher hab¨ªa rebasado la ¨²ltima l¨ªnea de la prudencia y "daba l¨¢stima", en severas palabras de la ministra de Empleo, Edwina Currie. Para otros, lady Thatcher pon¨ªa toda su fuerza moral del lado de los rebeldes en un gesto de generosidad y coherencia pol¨ªtica. John Major, visiblemente contrariado, prefiri¨® no hacer comentarios: "S¨®lo ella puede hacerlos", se?al¨®. Lord Tebbit, mientras tanto, insist¨ªa en que "el Gobierno cometi¨® un terrible error en alg¨²n momento, y es hora de rectificarlo".
Con un ambiente revuelto en la platea, Michael Heseltine subi¨® a la tribuna para exponer, en teor¨ªa, sus planes para la industria brit¨¢nica. Pero Heseltine se sali¨® r¨¢pidamente del gui¨®n y dirigi¨® su devastadora fuerza oratoria contra los grupos euroesc¨¦pticos. Heseltine se encar¨® personalmente con los compromisarios que le silbaban y los acus¨® de ignorantes.
La fren¨¦tica dial¨¦ctica verbal del viejo enemigo de lady Thatcher puso en desbandada a los rebeldes, e incluso a algunos transe¨²ntes inocentes: ¨¢ los escoceses, a los que identific¨® globalmente con el laborismo ante el estupor del ministro para Escocia, lan Lang; y a la Prensa conservadora, a la que acus¨® de exagerar la divisi¨®n en el seno del partido.
No hay alternativa
Pero el mensaje de Heseltine qued¨® claro: "El Gobierno no ceder¨¢", rugi¨®. Prometi¨® "una nueva revoluci¨®n industrial" en cuanto el Reino Unido quedara anclado "en el coraz¨®n de Europa", utilizando el lema de Major, y abund¨® en el argumento central de las tesis gubernamentales ante los rebeldes: no hay alternativa fuera de la Comunidad Europea.
Manifestaciones casi id¨¦nticas fueron hechas por otros miembros del Gabinete en los seminarios, que se desarrollan en torno a la conferencia y en los que los euroesc¨¦pticos suelen ser mayor¨ªa.
Los conservadores debatieron ayer tambi¨¦n cuestiones de orden p¨²blico, transportes, energ¨ªa, Irlanda del Norte y Seguridad Social. Peter Lilley, ministro de Seguridad Social, thatcherista y muy tibio respecto a Maastricht, proclam¨® "el fin de esa sociedad que daba algo a cambio de nada" y anunci¨® a sus correligionarios que recortar¨ªa numerosas pensiones asistenciales, dentro del plan de austeridad previsto para el pr¨®ximo presupuesto.
Tambi¨¦n se refiri¨® a un programa antifraude con el que esperaba ahorrar unos 90.000 millones de pesetas al Tesoro de Su Majestad.
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