Una verg¨¹enza
Much¨ªsimas gracias por su editorial del 29 de septiembre que, adem¨¢s, hace m¨¢s breve esta carta sobre la discriminaci¨®n de los militares profesionales republicanos. Mi padre fue uno de ellos.- Muri¨® antes que Franco, y excuso la exposici¨®n de instancias y recursos que hubimos de hacer cuando volvi¨® la democracia, para que se le reconociera, a efectos de retiro y pensi¨®n para mi madre, el grado que hubiera podido alcanzar... Al final, uno menos que sus compa?eros de la otra zona. Por eso ya sab¨ªa que la discriminaci¨®n existe, pero enterarme que lo sea por una mancha en sus expedientes, consecuencia de su lealtad, me deja at¨®nito.
Que eso lo haga un Gobierno democr¨¢tico es incomprensible; que lo mantenga un Gobierno que se supone socialista y, por tanto, heredero ideol¨®gico de uno de los sectores que defendieron aquella legalidad es, sencillamente, una verguenza.-
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