La prensa de Mosc¨² critica la actividad de la Fundaci¨®n de Mijail Gorbachov

La pugna entre el ex mandatario sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov y el actual presidente ruso, Boris Yeltsin, sigue alimentando la pol¨¦mica en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos de Mosc¨². El diario Pravda, antiguo ¨®rgano del hoy prohibido Partido Comunista de la URSS, y el peri¨®dico Kuranti, vinculado al Ayuntamiento de la capital, dedicaron durante el fin de semana sendos art¨ªculos a las actividades econ¨®micas de la Fundaci¨®n de Gorbachov, y cuestionaron su compatibilidad con el car¨¢cter no lucrativo especificado en los estatutos de esta instituci¨®n.El alquiler del hotel y del complejo deportivo situados en las dependencias de la Fundaci¨®n ha reportado unas ganancias de 306.000 d¨®lares, seg¨²n Kuranti. Esta publicaci¨®n afirma tambi¨¦n que la Fundaci¨®n ha obtenido 10 millones de rublos mediante la venta de divisas en bolsa, procedimiento habitual seguido por las empresas para convertir su moneda extranjera.

El 7 de octubre, Yeltsin confisc¨® por decreto la mayor parte de las. dependencias de la Fundaci¨®n, incluidos el hotel y el restaurante italiano, y confin¨® a Gorbachov y a su centenar de colaboradores en un espacio de 1.000 metros cuadrados. "La ¨¦poca de la caridad" es el t¨ªtulo elegido por el diario Moskovsk? Komsomolets para titular una caricatura donde Yeltsin, con gabardina, botas y meg¨¢fono, desaloja a Gorbachov pistola en mano.

Mientras, el Tribunal Constitucional que ha impedido al exmandatario sovi¨¦tico la salida al extranjero despu¨¦s de que ¨¦ste se negara en redondo a prestar testimonio, tiene esta ma?ana una nueva sesi¨®n, con la comparecencia de Alexandr Y¨¢kovlev, ex miembro del Politbur¨® y vicepresidente de la Fundaci¨®n de Gorbachov.

El enfrentamiento entre Yeltsin y su antecesor es seguido en cambio con indiferencia por los moscovitas, cuya atenci¨®n est¨¢ acaparada por la incesante subida de los precios. Ayer, el de la gasolina subi¨® de nuevo, cuando apenas hab¨ªan transcurrido quince d¨ªas desde que se produjera la ¨²ltima alza.

Silencio espa?ol

El Gobierno espa?ol, mientras tanto, no hab¨ªa formulado hasta ayer ninguna protesta oficial por el trato infligido al ex presidente sovi¨¦tico. Este silencio contrasta con la actitud de otros Gobiernos europeos, que s¨ª han presentado quejas. El primero fue el italiano, seguido por Francia, cuyo presidente, Fran?ois Mitterrand, se ofreci¨® a acoger a Gorbachov. Butros Gali, secretario general de la ONU, ha propuesto por su parte al ex presidente sovi¨¦tico enviarle un pasaporte azul de las Naciones Unidas para que pueda salir del pa¨ªs.

Gorbachov, sin embargo, mantuvo desde octubre de 1990 una relaci¨®n muy estrecha con Espa?a y con Felipe Gonz¨¢lez, que estuvo entre los dos primeros jefes de Gobierno occidentales en condenar la intentona golpista de agosto de 1991.