"Es falso que quiera derribar al Gobierno ruso"
Fuma solemnemente en pipa, como para compensar un cierto aire de chico travieso. Enfundado en un resplandeciente ch¨¢ndal amarillo lim¨®n, la palabra clara y pausada, Jasbul¨¢tov, presidente del Parlamento de Rusia, de visita oficial en Madrid invitado por F¨¦lix Pons, presidente del Congreso de los Diputados no parece tan fiero como lo pintan.Pregunta. ?Sigue pensando que el Gobierno no aguantar¨¢ mas all¨¢ del oto?o, como dijo en abril?
Respuesta. Ni creo haber dicho tal cosa entonces ni lo digo ahora. Es falso que tenga la intenci¨®n de derribar al Gobierno. En el Parlamento hemos expresado nuestra indignaci¨®n con la pol¨ªtica econ¨®mica, pero yo logr¨¦ convencer a los diputados de que no tuviera lugar un voto de desconfianza al Gobierno.
P. Esa indignaci¨®n con la pol¨ªtica econ¨®mica no parece obligar al Gobierno a cambiarla.
R. La mayor¨ªa de los diputados apoya la reforma econ¨®mica. Lo que no hay que olvidar es que son responsables ante sus electores y tienen que sufrir las iras de la poblaci¨®n. A veces llegan a la C¨¢mara irritados y hacen propuestas, algunas justas, otras no tanto. Hemos entregado conscientemente un gran poder al Gobierno, pero ello no es un signo de debilidad. El Parlamento no ha perdido sus poderes y no s¨®lo es una instituci¨®n democr¨¢tica, sino que vela por los ciudadanos m¨¢s que el Gobierno. As¨ª lo. demuestra la ampliaci¨®n del uso de los bonos en el proceso de privatizaciones que acabamos de decidir.
P. Yeltsin ha creado un Consejo de Seguridad que forman cinco personas con amplios poderes, ?es un paso m¨¢s hacia el r¨¦gimen autoritario que se reclama desde distintos sectores?
R. No creo que el Consejo de
Seguridad pueda considerarse como un prototipo de autoritarismo. Pero el que algunos que se denominan dem¨®cratas pidan la introducci¨®n de un sistema auto ritario es una verdad tr¨¢gica. Es amargo evocar nombres como Stalin, Pinochet o Franco desde filas pretendidamente democr¨¢ticas. Se trata de ideas descabelladas. Hemos conquistado la democracia aun a costa de la de sintegracion de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Una idea falsa
P. ?Cuando se convenci¨® de que esa conquista no era posible para el conjunto de la URSS?
R. En agosto de 1990 le present¨¦ a Gorbachov un programa para construir una confederaci¨®n por el que sufr¨ª cr¨ªticas dur¨ªsimas. Tras el golpe de agosto tuvimos una gran oportunidad, pero prevaleci¨® una concepci¨®n m¨¢s aventurera que tambi¨¦n se gener¨® entre los dem¨®cratas, y vino la divisi¨®n de la URSS. La idea de que las rep¨²blicas volver¨ªan a unirse se ha demostrado como falsa. El proyecto de los especialistas del comunismo cient¨ªfico se ha vuelto contra nosotros.
P. La pol¨ªtica de cr¨¦ditos del Banco Central a las empresas ha sido criticada por el primer ministro, Y¨¦gor Gaidar.
R. Durante seis meses Gaidar y otros me presionaron para nombrar a V¨ªktor Ger¨¢shchenko al frente del Banco Central. Ahora critican a alguien que representa al Gobierno, aunque sea responsable ante el Parlamento. Pero la verdad es que Ger¨¢shchenko no desconoce los peligros de la ca¨ªda de la producci¨®n y de millones de parados; por eso no puedo culparle. Gobernar Rusia no es ahora una tarea f¨¢cil, aunque haya un ala del Gabinete que crea en soluciones r¨¢pidas y simples. Tales soluciones no existen, y creo que necesitaremos dos o tres a?os para remontar la situacion.
P. ?C¨®mo valora la ayuda occidental?
R. Ya en enero, cuando el Fondo Monetario Internacional anunci¨® una l¨ªnea de cr¨¦dito por valor de 24.000 millones de d¨®lares, dije que no esperaba recibir m¨¢s all¨¢ de 4.000 millones, y hasta ahora hemos recibido 1.000. Salir adelante depender¨¢ de nuestro trabajo; el plan Marshall fue cosa de una sola vez.
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