La ley de capitalidad emprende su camino

Ahora va en serio. La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid decidieron ayer sentarse a redactar sin prisa un proyecto de ley de capitalidad que contente a todos. Se han dado de plazo hasta final de la legislatura (1995) para determinar cu¨¢nto dinero debe recibir el municipio por los gastos de ser capital del reino, de qu¨¦ instituci¨®n deben depender la sanidad o los servicios sociales o si habr¨¢ elecciones directas a las juntas de distrito. En dilucidar ¨¦stas y otras cuestiones trabajar¨¢n un grupo de t¨¦cnicos y otro de pol¨ªticos.

Los servicios sanitarios de Madrid dependen de un ministro del Estado, de un consejero de la Comunidad y de un concejal del Ayuntamiento. Hospitales, ambulatorios, casas de socorro, centros de salud. ?Qui¨¦n es su responsable? ?sta es una de las cuestiones que el Ayuntamiento pretende aclarar en la futura ley de capitalidad. "Es absurdo que existan tres administraciones en lucha comercial", opina el primer teniente de alcalde, Luis Mar¨ªa Huete. "Lo mejor es que se centre cada uno en su parcela, acabar con las guerras de competencias y que cada palo aguante su vela", coment¨® ayer.El Ayuntamiento y la Comunidad han estado intercambiando cartas, dict¨¢menes jur¨ªdicos y declaraciones sobre la ley de capitalidad durante un a?o sin otra utilidad que la de reprocharse los bloqueos que sufr¨ªa el proyecto, seg¨²n el Gobierno del PP, o la dudosa utilidad de la ley, seg¨²n el PSOE -regional.

Por fin se han puesto de acuerdo. El consejero de Gobernaci¨®n, Virgilio Cano, pact¨® ayer con Huete la composici¨®n del grupo de t¨¦cnicos que habr¨¢ de elaborar el proyecto de ley. El secretario general del Ayuntamiento, Mario Corella, coordinar¨¢ a los redactores municipales, y Juan Lobato, secretario general t¨¦cnico de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y concejal del PSOE hasta hace unos meses, a los t¨¦cnicos regionales. El grupo se reunir¨¢ cada 15 d¨ªas.

Sin prisa

Huete no tiene prisa. "Preferimos hacer despacio una buena ley, a una mala muy deprisa", coment¨®. No obstante, Huete dej¨® entrever sus suspicacias. "En diciembre analizaremos lo que hemos avanzado; veremos si hay buena voluntad para realizar la ley o si somos unos vagos". La meta es aprobar un texto antes de que finalice el actual mandato, en 1995.

El camino no va a ser f¨¢cil. El proyecto necesita ser aprobado por la Asamblea regional, por el Congreso de los Diputados y por el Senado. Por ello, tambi¨¦n se acord¨® ayer crear otro grupo de trabajo pol¨ªtico integrado por representantes de los tres partidos (PSOE, PP e IU) y las tres instituciones.

Tampoco va a ser sencillo acordar el contenido. Los redactores tendr¨¢n que calcular lo que cuesta a Madrid ser el casero de las instituciones del Estado, lo que deja de ingresar por las exenciones fiscales de que gozan embajadas o ministerios y lo que importa realizar servicios especiales de seguridad y escolta. La capitalidad tiene un coste, en eso. est¨¢ de acuerdo la Comunidad; otra cosa es el precio.

Adem¨¢s, el Ayuntamiento tiene inter¨¦s en que se determinen n¨ªtidamente las competencias de cada instituci¨®n (a qui¨¦n corresponde atender a los ancianos o limpiar los colegios). Virgilio Cano se mostr¨® m¨¢s interesado en que la ley regule "de manera ¨¢gil y adecuada la coordinaci¨®n entre las administraciones". En este sentido, declar¨® que Madrid "es una cuesti¨®n de Estado que exige una planificaci¨®n de las actuaciones e inversiones de las diversas instituciones".

Para ello, uno de los dict¨¢menes jur¨ªdicos elaborados para la ley propone extender la f¨®rmula del consorcio (que ahora funciona para el transporte colectivo y los realojamientos) a otras materias. Determinar el ¨®rgano que debe coordinar a las administraciones en Madrid ser¨¢ objeto de otro punto espec¨ªfico en el trabajo del grupo de redactores.

Tambi¨¦n se determinar¨¢n otros puntos, como protocolo, elecciones y organizaci¨®n municipal. En este ¨²ltimo aspecto, Huete tiene inter¨¦s en que la ley determine una nueva organizaci¨®n del Ayuntamiento que permita que los responsables de un ¨¢rea puedan ser t¨¦cnicos-gestores y no pol¨ªticos electos. Esta idea no gusta a algunos concejales de su grupo, ni al consejero Cano, quien dijo a Efe que "este asunto debe tratarse en un reglamento del consistorio y no en el marco de la ley de capitalidad".