Francia aprueba una tibia ley anticorrupci¨®n
El debate en el Parlamento franc¨¦s sobre la lucha contra la corrupci¨®n pol¨ªtica ha estado a punto de consumar el divorcio entre los diputados del Partido Socialista (PS) y sus correligionarios, el presidente Fran?ois Mitterrand y el primer ministro Pierre B¨¦r¨¦govoy, cuyo intento para moralizar la vida pol¨ªtica top¨® con una rebeli¨®n parlamentaria. Al final han optado por un compromiso: la ley de B¨¦r¨¦govoy ha sido aprobada, pero desfigurada por completo.
El debate sobre la ley anticorrupci¨®n presentada por B¨¦r¨¦govoy y contestada con m¨¢s vigor que nadie por los propios diputados socialistas, ha sido una sucesi¨®n de episodios rocambolescos. "Hemos dado la impresi¨®n de que el incorruptible B¨¦r¨¦govoy fracasaba en su intento de meter en cintura a esos cr¨¢pulas que son los socialistas", coment¨® ayer con amargura Bernard Roman, de la ejecutiva del PS.Todo empez¨® cuando el grupo parlamentario socialista rechaz¨® las principales disposiciones del texto de B¨¦r¨¦govoy; continu¨® cuando el primer ministro acept¨® las rebajas; se complic¨® cuando, alentado por Mitterrand, B¨¦r¨¦govoy cambi¨® de opini¨®n y sigui¨® apoyando su proyecto original, y concluy¨®, en la noche del pasado viernes, con un alto el fuego en el seno de la familia socialista.
La ley aprobada no cumple con el principal objetivo de Mitterrand y B¨¦r¨¦govoy: prohibir cualquier clase de financiaci¨®n empresarial de los partidos pol¨ªticos ya que ¨¦stos podr¨¢n seguir llenando sus arcas con el dinero patronal, pero dentro de ciertos l¨ªmites. Los donativos no podr¨¢n superar el 25% del total de sus recursos y deber¨¢n ser de conocimiento p¨²blico.
S¨®lo corregido as¨ª el m¨¢s conflictivo art¨ªculo de la ley anticorrupci¨®n, los diputados socialistas la apoyaron. Gaullistas y comunistas se opusieron, y los centristas se abstuvieron.
Al rebelarse contra Mitterrand y B¨¦r¨¦govoy, el PS ha dejado claro que renuncia a seguir apoyando al actual presidente y prefiere apostar por el futuro en la persona de Michel Rocard, quien promovi¨®, siendo primer ministro la ley de 1990 que autoriz¨® la financiaci¨®n empresarial de la vida pol¨ªtica. B¨¦r¨¦govoy pretend¨ªa sustituir esa ley por un texto prohibicionista, pero ha fracasado en su empe?o.
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