Una sola batalla pendiente: los colegios profesionales
Antonio Pedrol falleci¨® ayer sin tiempo para conocer que el Consejo de Ministros del pasado viernes hab¨ªa dado v¨ªa libre al proyecto de reforma de la ley de colegios profesionales que, entre otras medidas, suprime las tarifas de honorarios. Una persona pr¨®xima a Pedrol declar¨® ayer a este peri¨®dico: "Menos mal que no pudo leer la noticia".La ¨²ltima conferencia de Prensa de Pedrol, a finales de septiembre, se dedic¨® a esta materia, tras presidir la Uni¨®n Profesional, en la que se atrincheraron los colegios para oponerse a las normas de libre competencia que el Gobierno trata de establecer para las profesiones liberales. La muerte de Pedrol les deja sin su principal valedor, al tiempo que ser¨¢ dif¨ªcil encontrar alguien que sustituya su habilidad en la defensa corporativa.
Los ¨¦xitos sucesivos de Pedrol en su pugna constante con la Administraci¨®n avalaban una dura pol¨¦mica. Durante el largo mandato de Pedrol, los sucesivos gobiernos incrementaron el presupuesto para el turno de oficio y la asistencia jur¨ªdica gratu¨ªta y cuando hace unos meses, el actual ministro de Justicia, Tom¨¢s de la Quadra-Salcedo, promovi¨® una ley en la que la Administraci¨®n controlar¨ªa tales servicios, se encontr¨® con la oposici¨®n de Pedrol, con quien finalmente alcanz¨® el acuerdo.
Igual ocurri¨® a?os antes con el incremento del IVA para los abogados o con los intentos del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda de meter en cintura fiscal a los letrados. En todos los casos, Pedrol hizo gala de negociador correoso y h¨¢bil a quien finalmente la Administraci¨®n no quiso tener como enemigo.
Abogado de abogados
La oposici¨®n que desde sectores progresistas, inclu¨ªdos los socialistas, de la abogac¨ªa se intent¨® contra Pedrol en los ¨²ltimos a?os tampoco tuvo ¨¦xito. En los sucesivos procesos electorales, Pedrol supo polarizar el sentido corporativo de la gran mayor¨ªa de la abogac¨ªa, para la que la presencia del veterano decano de Madrid al frente de los abogados espa?oles significaba una garant¨ªa para sus intereses. Sin embargo, Pedrol supo siempre revestir inteligentemente la defensa de los colegiados, invocando el mandato constitucional de la defensa letrada de los derechos ciudadanos y el sacrosanto derecho de defensa.Y algunas pruebas dio de su posici¨®n en favor de la abogac¨ªa de cualquier signo. Los m¨¢s relevantes fueron su actitud en 1977 en el asesinato ultraderechista de cuatro abogados laboralistas en la llamada matanza de Atocha y su protecci¨®n al derecho de defensa de los inculpados en el frustrado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.