La Conferencia Episcopal de Am¨¦rica Latina no dar¨¢ conclusiones hasta tener el visto bueno del Papa

ENVIADO ESPECIAL, La IV Conferencia Episcopal de Am¨¦rica Latina no concluir¨¢ con una proclamaci¨®n final de sus conclusiones el pr¨®ximo 28 de octubre, al fijar el Vaticano, como regla interior, que la reflexi¨®n teol¨®gica que salga de esta reuni¨®n "permanecer¨¢ absolutamente reservada y no podr¨¢ difundirse o publicarse hasta que d¨¦ indicaciones la Santa Sede". Esta regla advierte asimismo que ser¨¢, en definitiva, el Papa "quien juzgue sobre el contenido y decida sobre su destino".Santo Domingo va a estar m¨¢s cerrado de lo que se supon¨ªa, lo que se interpreta como una prevenci¨®n temerosa por parte de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica de que la pluralidad teol¨®gica aqu¨ª representada puede arrojar sorpresas que pongan en entredicho las instrucciones papales.

Esto ha comenzado ya a ocurrir, pero no dentro de las reuniones, donde convergen dos l¨ªneas: una mayoritaria, de apego a la pol¨ªtica conservadora y tradicional del actual Pont¨ªfice, y otra, que nace a?os atr¨¢s con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, que entiende que el Evangelio se debe propagar en este continente de una forma original y aut¨®ctona, dadas las diferencias entre Am¨¦rica Latina y Europa.

Unas declaraciones desde Brasil de Leonardo Boff, el te¨®logo franciscano recientemente secularizado, han hecho retumbar los debates. Cuando todav¨ªa est¨¢n calientes las directrices papales sobre su pretendida nueva evangelizaci¨®n, Boff ha advertido que no hay cambio alguno de actitud respecto a las diferentes culturas del continente, y si se le llama nueva es simplemente porque ocurre en estos tiempos. "Son m¨¦todos viejos", subray¨®. "La Iglesia cat¨®lica no parece dispuesta a renunciar a su arrogancia de portadora del monopolio de la verdad. La visi¨®n romana hoy es la de colocar en el cielo, no a Cristo, sino a la Iglesia y al Papa. Pero Jes¨²s no encarn¨® en la Iglesia, sino en el mundo, y no fue sacerdote, sino jud¨ªo", a?adi¨®.

Boff critic¨® a la Iglesia, introduciendo el dedo en su mayor herida: las sectas que le est¨¢n sustrayendo fieles, y se?al¨® que "una verdadera nueva evangelizaci¨®n incluir¨ªa el reconocimiento de las religiones de los otros como una respuesta que esas culturas le dieron a Dios. La Iglesia, a cambio, no respeta la religi¨®n de los dem¨¢s, sino que se considera excesivamente importante y decisiva".

Las reacciones a las instrucciones papales, aunque t¨ªmidas, han salido tambi¨¦n de la conferencia. El arzobispo brasile?o de Santa Mar¨ªa de R¨ªo Grande do Sul, Ivo Lorscheister, uno de los miembros m¨¢s combativos de la corriente progresista, revel¨® que existe una gran preocupaci¨®n entre los miembros de la conferencia ante la posibilidad de que ¨¦sta termine siendo m¨¢s romana que latinoamericana. "La Iglesia deber¨ªa de hacer su autocr¨ªtica y abrir nuevos caminos a la evangelizaci¨®n", dijo.