La rebeli¨®n de los decibelios

Los j¨®venes m¨²sicos de este tiempo abusan con frecuencia de los decibelios, y no se dan cuenta de que ¨¦stos pueden rebelarse tambi¨¦n si no est¨¢n muy bien metidos y dosificados. Cuando un grupo de media docena de m¨²sicos y tres voces cantaoras ataca a toda pastilla, puede ocurrir que la pretendida m¨²sica se convierta en un barullo regular y el ruido nos impida llegar a o¨ªr con la m¨ªnima nitidez exigible el noble sonido de los instrumentos. Todo se empasta en un guirigay no, desde luego, gratificante.Algo de esto le ocurri¨® a Jos¨¦ Soto, Sorderita, en este concierto de presentaci¨®n del primer disco que publica despu¨¦s de su etapa en Ketama. Y ya siento tener que reflejarlo as¨ª, pues sigo pensando que ¨¦l es uno de los m¨¢s interesantes y creadores m¨²sicos de esta generaci¨®n del llamado nuevo flamenco. En el disco, titulado Motivos, su m¨²sica est¨¢ mejor, por supuesto, pero es l¨®gico, ya que en el estudio de grabaci¨®n a la misma se le puede dar un tratamiento mucho m¨¢s refinado e id¨®neo.

Esa m¨²sica la o¨ªmos a r¨¢fagas, pese a todo, en momentos de este concierto. Y nos sirvi¨® para confirmar nuestra creencia de que all¨ª donde aparece m¨¢s n¨ªtida la referencia flamenca -grana¨ªna, buler¨ªas- es donde m¨¢s personal e interesante aparece el trabajo de Sorderita. Ah¨ª es donde su arte puede tener una identificaci¨®n mis genuina. En esa l¨ªnea es en la que debe insistir si quiere acreditar su parcela propia en la m¨²sica de hoy.