Justicia acepta reducir a la mitad el tama?o de la c¨¢rcel de Soto del Real
El Ministerio de Justicia ha dado marcha atr¨¢s en su idea de construir una macroc¨¢rcel en Soto del Real. Las presiones de la Comunidad de Madrid y del vecindario de la zona han podido m¨¢s. El proyecto inicial (crear una prisi¨®n para cerca de 2.500 internos) ha, quedado reducido a la mitad. Ser¨¢n 980 celdas y s¨®lo 1.300 reclusos. El ministerio tambi¨¦n ha tenido que ceder en lo que respecta a las torres de vigilancia: no se izar¨¢n dos, sino una, y su altura no, alcanzar¨¢ los 70 metros, sino s¨®lo 40. El alcalde de Soto, Eladio Navarro, del CDS, no est¨¢, pese a todo, satisfecho. "El da?o ecol¨®gico ser¨¢ el mismo", insiste.
El comienzo de las obras de Soto, presupuestadas en 7.600 millones de pesetas, se presenta ya inexorable, una vez salvados los ¨²ltimos obst¨¢culos. Esta misma semana van a ser adjudicadas, y deber¨¢n estar concluidas en 1993, aseguran fuentes de Asuntos Penitenciarios, organismo dependiente del Ministerio de Justicia. Ser¨¢ entonces cuando comience el anunciado desmantelamiento de la c¨¢rcel de Carabanchel, supeditado precisamente a la creaci¨®n del centro penitenciario de Soto del Real.S¨®lo una carretera separa el Parque Natural de la Cuenca Alta de Manzanares -de gran valor ecol¨®gico y cineg¨¦tico- del solar (propiedad del Ministerio de Justicia) sobre el que se va a erigir la prisi¨®n. De ah¨ª las presiones que han ejercido el Ayuntamiento de la localidad (con el alcalde del CDS al frente) y la Comunidad de Madrid para que el impacto medioambiental fuera m¨ªnimo.
Un pacto entre el Gobierno de Joaqu¨ªn Leguina y Asuntos Penitenciarios ha posibilitado mermar la dimensi¨®n del que iba a ser el m¨¢s grande complejo penitenciario de Espa?a. Para respaldar el proyecto ante el Consejo de Ministros, la Comunidad puso como condici¨®n, entre otras, que s¨®lo hubiera una torre y que no sobrepasara los 50 metros de altura. El Ministerio de Defensa, que posee una base de helic¨®pteros en la zona, tambi¨¦n opuso pegas a la altura inicial (70 metros) de las torres previstas, porque pod¨ªan suponer un peligro para el sobrevuelo de la zona en d¨ªas de malas condiciones meteorol¨®gicas.
Negaci¨®n de la macroc¨¢rcel
Desde Asuntos Penitenciarios se dice ahora, sorprendentemente, que jam¨¢s se habl¨® de construir una superc¨¢rcel en Soto: "El plan de amortizaci¨®n y creaci¨®n de nuevas prisiones, aprobado en julio de 1991 por el Gobierno, prev¨¦ construir en Soto un centro tipo con 980 celdas", asegura una fuente oficial. El alcalde Eladio Navarro replica: "Quien quiera ver el proyecto remitido a este Ayuntamiento que venga y se lo ense?ar¨¦". Seg¨²n Navarro, lo que quer¨ªan construir es dos centros-c¨¢rceles con 1.230 internos cada una, y sus respectivas torres de vigilancia. Para Navarro, construir una c¨¢rcel en Soto, m¨¢s peque?a o m¨¢s grande, quebranta la legalidad: "No se puede construir una prisi¨®n. al lado de un parque natural".
Navarro anuncia que, en breve, su Ayuntamiento -y los otros siete de la Cuenca Alta de Manzanares- interpondr¨¢ un recurso contra la decisi¨®n del Consejo de Ministros del pasado julio de instalar un centro penitenciario en Soto del Real (localidad de 2.200 habitantes, al norte de la capital).
El Ayuntamiento neg¨® la licencia de obras para la c¨¢rcel. El Gobierno, para soslayar legalmente tal negativa, tuvo que recurrir a la v¨ªa de declarar el proyecto de "inter¨¦s social" recurriendo a la Ley del Suelo.
Soto, sostiene Navarro, vive, en gran medida, desde hace a?os, del turismo, su principal fuente de riqueza y motor econ¨®mico de la zona.
?Por qu¨¦ en Soto y no, por ejemplo, en Ciempozuelos, cuyo alcalde se ofreci¨® a acoger la c¨¢rcel a cambio de compensaciones? Dos son los motivos fundamentales. Uno, econ¨®mico: Asuntos Penitenciarios tiene un d¨¦ficit, acumulado de 13.000 millones de pesetas. En Soto no tendr¨ªa que comprar el solar, que es suyo. Y otro, pol¨ªtico: se persigue el equilibrio territorial. Y la zona norte es la ¨²nica de la regi¨®n madrile?a donde a¨²n no hay ning¨²n centro penitenciario.
El desmantelamiento de Carabanchel, hoy hacinada de internos (alrededor de 2.300, el doble de los que razonablemente puede cobijar), est¨¢ ligado al funcionamiento de las dos prisiones madrile?as ya inauguradas: la de Valdemoro, que entrar¨¢ en funcionamiento a finales de a?o, y la de Navalcarnero, que lo har¨¢ el mes de noviembre.
Ambas, junto con la de Soto, se deben nutrir de los internos que hoy cumplen condena en Carabanchel. Pero son tantos los presos que hay en Madrid que las nuevas plazas carcelarias dif¨ªcilmente podr¨¢n acogerlos. A no ser que, como ya se ha hecho en Valdemoro, se introduzcan literas en las celdas para aumentar su capacidad. En las celdas de ocho de los nueve m¨®dulos que conforman Valdemoro se han instalado ya literas, seg¨²n afirma Juan Figueroa, vicepresidente nacional de la Agrupaci¨®n de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (ACAIP). Y probablemente ocurrir¨¢ igual en Soto del Real, corroboran fuentes del Ministerio de Justicia. "De otra forma resultar¨¢ dif¨ªcil desmantelar Carabanchel", cuyos terrenos ser¨¢n vendidos "al mejor postor".
El alcalde de Soto se ha opuesto encarnizadamente al penal. En cuanto el Gobierno aprob¨® su construcci¨®n, Eladio Navarro convoc¨® el 8 de agosto a 3.000 personas, que se manifestaron en la plaza del pueblo para rechazar la construcci¨®n de la c¨¢rcel. Antes de su aprobaci¨®n, el alcalde se refugi¨® en las ordenanzas municipales para negar la licencia de obras.
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