Pol¨ªticos y periodistas defienden la autorregulaci¨®n en los medios informativos
Destacados pol¨ªticos y periodistas espa?oles coincidieron ayer en Barcelona, en un debate organizado por el Partit deis Socialistes de Catalunya, en mostrar su preocupaci¨®n por las tendencias que se observan en el ejercicio de la pol¨ªtica y de la informaci¨®n, contrarias a la moralidad y en algunos casos, incluso a la legalidad. La mayor¨ªa coincidi¨® en defender la necesidad por parte de los periodistas de la autorregulaci¨®n para preservar la credibilidad democr¨¢tica de la profesi¨®n.
El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina, defendieron la necesidad de diferenciar el mundo del dinero y el de la pol¨ªtica si se quiere preservar la credibilidad de la actividad p¨²blica: "La gente no quiere que los ricos gobiernen ni que los gobernantes se hagan ricos", resumi¨® Maragall. Para Maragall, "ni el poder ni el dinero deber¨ªan mandar totalmente en los medios". "No es ¨¦tico que un pol¨ªtico se enriquezca, y eso es v¨¢lido para ambos lados del espectro ideol¨®gico", apostill¨® Leguina.El diputado auton¨®mico Llu¨ªs Armet encareci¨® a los periodistas a que juzguen a los pol¨ªticos "por la coherencia de sus actos con su ideario y por el cumplimiento de sus compromisos program¨¢ticos" y propugn¨® fortalecer la opini¨®n p¨²blica sobre esas bases.
Para aumentar la credibilidad es preciso establecer, coincidieron varios ponentes, mecanismos de auto regulaci¨®n. "De la misma manera que no todos los pol¨ªticos son iguales, tampoco son iguales todos los medios ni todos los periodistas, ni trabajan con los mismos m¨¦todos ni con los mismos c¨®digos deont¨®logicos. Todos los tipos de periodismo pueden existir, pero hay que establecer controles de calidad y transparencia para que los clientes no resulten enga?ados", dijo Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, director de EL PA?S.
Efecto Queipo de Llano
Estefan¨ªa cit¨® un art¨ªculo de Javier Pradera en la revista Claves, seg¨²n el cual se produce en los medios "una especie de efecto Queipo de Llano informativo: los partidarios de las ideas en alza, al expresarse con fuerza y seguridad, producen la sensaci¨®n de ser abrumadoramente mayoritarios frente a las personas que apenas se atreven a expresarse p¨²blicamente y que producen la sensaci¨®n de representar opiniones menos valiosas y extendidas. El resultado es entonces la creaci¨®n de una espiral del silencio",
Estas actitudes tienen un campo abonado, seg¨²n Josep Maria Mart¨ª, director de la cadena SER en Catalu?a, en los nuevos subg¨¦neros, como algunas tertulias radiof¨®nicas, en las que se presenta como informaci¨®n lo que no es otra cosa que rumor u opini¨®n interesada. Mart¨ª arremeti¨® contra los "periodistas predicadores" que convierten su profesi¨®n en un instrumento de poder personal.
Leguina critic¨® por parte de los medios la b¨²squeda sistem¨¢tica del conflicto como mecanismo para incrementar las audiencias, lo que lleva a algunos medios "a planificar y distorsionar los mensajes informativos".
La principal consecuencia de esta actitud es una merma de la credibilidad de las instituciones y de la pol¨ªtica, de la que no s¨®lo son responsables los periodistas, seg¨²n Leguina, sino tambi¨¦n los pol¨ªticos. "La sociedad espa?ola reclama una moral de los pol¨ªticos que aclare la relaci¨®n entre el poder y la pol¨ªtica tanto en el plano institucional como privado. Y esto debe hacerse a trav¨¦s de la ley, pero tambi¨¦n mediante una autorregulaci¨®n".
En el debate sobre si los medios reflejan la diversidad del Estado de las Autonom¨ªas, Juan Tapia, director de La Vanguardia, Pasqual Maragall y Mario Onaind¨ªa coincidieron en que quienes menos reflejan esa pluralidad son algunos medios nacionales que en realidad son locales de Madrid. La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, destac¨® el creciente auge de la prensa regional -"medios que dejan de estar aislados y pasan a formar parte de grupos m¨¢s amplios", indic¨®- como contrapeso de la prensa nacional.
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