El error m¨¦dico, al banquillo
La mayor¨ªa de las reclamaciones por fallos cl¨ªnicos se archivan o dan la raz¨®n al sanitario
La familia de Guadalupe S¨¢nchez Salcedo consigi¨® al menos que se llegara a procesar a dos m¨¦dicos como presuntos responsables de que esta paciente falleciera en 1984 por una menigitis contra¨ªda en una simple operaci¨®n de hernia de disco. Entre un facultativo y otro hab¨ªan tardado casi dos semanas en diagnosticar la infecci¨®n, y cuando lo hicieron ya era demasiado tarde. "Desde el momento en que conseguimos el preocesamiento depositamos toda nuestra fe en la justicia porque ve¨ªamos el caso completamente claro", explica Jos¨¦ Angel Guijano. "Luego intervino la mano negra, e inexplicablemente aquello qued¨® cerrado". El caso se archiv¨® a la espera de pruebas m¨¢s contundentes. "Ten¨ªamos la historia cl¨ªnica, pero los colegas de los m¨¦dicos procesados no declararon todo lo que sab¨ªan. A la familia s¨ª que nos contaban muchas cosas, aunque se callaban ante los tribunales".A veces lo que sucede es que el afectado se cansa de la lentitud de la justicia y termina por llegar a acuerdos con el procesado para poder cobrar alguna indemizaci¨®n. ?ste ha sido el caso de la j¨®ven catalana Inmaculada LLovet, que despu¨¦s de reclamar durante siete a?os, por las quemaduras sufridas en sus manos al extirparle unas verrugas, ha llegado a un acuerdo esta semana.
Cinco motivos
Aun sin llegar al nivel de otros pa¨ªses europeos, o de Estados Unidos -donde uno de cada siete m¨¦dicos comparece ante los tribunales-, los espa?oles empiezan a reclamar m¨¢s frente a errores sanitarios. A falta de estad¨ªsticas, diversas estimaciones sit¨²an en 500 el n¨²mero de demandas en materia sanitaria registradas en 1991. "En la d¨¦cada de los ochenta, los casos de denuncias eran contados. Ahora han aumentado, pero, si las dividimos por los siete millones de actos m¨¦dicos al a?o, la cifra sigue siendo peque?a" indica Javier S¨¢nchez Caro jefe de la asesor¨ªa jur¨ªdica del Insalud.Los espa?oles reclaman por cinco motivos: errores de diagn¨®stico, la forma m¨¢s frecuente; errores quir¨²rgicos, omisi¨®n de asistencia, cadena de fallos arrastrada por varios m¨¦dicos y, finalmente, falta de consentimiento en terapias. Este ¨²ltimo aspecto, lo que se conoce como consentimiento informado del paciente para ser sometido a tratamiento, "hemos venido vulner¨¢ndolo de manera hist¨®rica", admiti¨® el gerente del hospital La Paz, Ram¨®n Gal vez, durante unas jornadas sobre responsabilidad civil y penal del personal sanitario, organizadas recientemente por la Escuela Nacional de Sanidad.
Tanto el juez de primera instancia Javier Puyol como el magistrado Ram¨®n S¨¢ez Valc¨¢rcel aseguran que la mayor¨ªa de las demandas quedan archivadas: "No est¨¢ justificado el miedo a la responsabilidad", afirma Valc¨¢rcel. "El trato que da la jurisprudencia a los m¨¦dicos es benevolente". a?ade. Independientemente de que exista cierta picaresca, que los propios magistrados reconocen, la dificultad para probar un error m¨¦dico y evitar el corporativismo a la hora de declarar se vuelven contra el paciente.
"Las pruebas periciales suelen beneficiar a los profesionales", dijo en las citadas jornadas Vicente Moy¨¢, catedr¨¢tico de medicina legal. "No es que los ciudadanos est¨¦n maltratados, es que existe gran dificultad por parte de los usuarios para encontrar peritos privados que defiendan su causa".
"No es como probar que alguien rompe un cristal y roba un. radiocasete", explica S¨¢ez Valc¨¢rcel. "En los temas m¨¦dicos es muy dif¨ªcil probar los errores, sobre todo cuando las historias cl¨ªnicas son bastante incompletas. Y encima funciona otro mecanismo: la defensa del colega".
La tendencia al incremento de denuncias llev¨® al Insalud en 1991 a contratar una p¨®liza de 250 millones de pesetas . anuales para asegurar a sus trabajadores. El balance, casi dos a?os despu¨¦s, arroja 24 indemnizaciones de las 158 reclamaciones solicitadas. La aseguradora a¨²n tiene pendiente la resoluci¨®n de reclamaciones, por discrepancias con los pacientes, por valor de 515 millones de pesetas. "La gente caIcula en exceso su perjuicio", dice Javier S¨¢nchez Caro, jefe de la asesor¨ªa jur¨ªdica del Insalud. "Nosotros estipulamos la cuant¨ªa de la indemnizaci¨®n con los c¨¢lculos judiciales. Aunque estemos de acuerdo en que la vida no tiene valor calculable, sabemos que tiene un coste".
Javier Puyol, afirma, sin embargo, que la traducci¨®n jur¨ªdica de las secuelas tras un error m¨¦dico "es dif¨ªcil en la pr¨¢ctica", y opina que en algunos casos las, indemnizaciones se fijan muy por debajo de lo que ofrecen las compa?¨ªas de seguros por otro tipo de siniestros.
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