Los abogados niegan que la de Mazag¨®n sea una secta sat¨¢nica
Los abogados del juicio contra la secta de Mazag¨®n, cuya segunda jornada se celebr¨® ayer en la Audiencia Provincial de Huelva, niegan que se trate de una organizaci¨®n sat¨¢nica. Los siete procesados se enfrentan a una petici¨®n de casi 200 a?os de c¨¢rcel, entre otras cosas, por el asesinato en agosto de 1988 de Rosa Lima Sanz, integrante del grupo.Jos¨¦ Luis Barrios, uno de los letrados, dijo ayer: "No se trata de una secta sat¨¢nica. Alg¨²n acusado ha mencionado al diablo durante la vista oral, pero creer en el diablo significa creer en el bien y en el mal".
La sesi¨®n de ayer tuvo momentos dram¨¢ticos. Concepci¨®n G. S., licenciada en Filosof¨ªa y Letras, para quien el fiscal solicita 24 a?os de prisi¨®n, asegur¨® entre sollozos que en sus ¨²ltimas semanas en la secta crey¨® firmemente estar endemoniada. "Me miraba al espejo y ve¨ªa que mi cuerpo se transformaba. Poco a poco las orejas se me pon¨ªan grandes y picudas, y mis ojos adoptaban una expresi¨®n bestial. Quer¨ªa morir, porque el diablo estaba entrando en m¨ª e incluso yo adoptaba su forma".
Concepci¨®n G. S., semanas despu¨¦s de la muerte de Rosa Lima, huy¨® "de la comunidad" y denunci¨® en una comisar¨ªa de Sevilla los malos tratos a los que la somet¨ªa frecuentemente Ana Camacho Carrasco, la gu¨ªa espiritual del grupo y principal acusada. La polic¨ªa inici¨® la investigaci¨®n a ra¨ªz de esa denuncia. Concepci¨®n G. S. admiti¨® que compraba Centramina, una sustancia psicotr¨®pica, con recetas que le proporcionaba Ana Camacho. Y a?adi¨® en su declaraci¨®n: "Estoy en tratamiento psiqui¨¢trico desde hace a?os. La experiencia vivida con este grupo me marc¨® definitivamente".
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