El ¡®caso Juana Rivas¡¯ vira hacia la protecci¨®n de los ni?os y la necesidad de que sean escuchados
El testimonio ante una jueza del hijo menor de la madre de Maracena, junto con una carta a la fiscal¨ªa italiana del mayor, logran medidas de protecci¨®n que se les hab¨ªan negado en nueve a?os de batalla judicial
Durante a?os, los litigios judiciales entre Juana Rivas y su expareja Francesco Arcuri sol¨ªan saldarse con m¨¢s ¨¦xitos para ¨¦l que para ella, en una contabilidad ligera y sin puntear todas y cada una de las muchas sentencias y autos emitidos desde 2016. Ese a?o Rivas acus¨® a Arcuri de violencia de g¨¦nero y de malos tratos hacia sus hijos y, tras unas vacaciones en Espa?a, decidi¨® no llevarlos de vuelta a Italia, donde viv¨ªan hasta entonces. Pero un juzgado la oblig¨® un a?o despu¨¦s a llevar a sus hijos de vuelta a la isla de Cerde?a a convivir solos con su padre. Ya en 2018, el juez Manuel Pi?ar la condenaba a cinco a?os de prisi¨®n y a la p¨¦rdida de la patria potestad durante seis a?os por negarse a devolver a los dos menores, aunque finalmente lo hizo; otro juzgado en Italia le quit¨®, tiempo despu¨¦s, la guardia y custodia de sus dos hijos.
Las dificultades llegaron incluso hasta el equipo legal de Rivas. Paqui Granados, su asesora, fue denunciada por el Colegio de Abogados de Granada. Tambi¨¦n el abogado actual, Carlos Ar¨¢nguez, fue expedientado por su colegio profesional. El abogado de Arcuri lleg¨® a querellarse contra la entonces ministra de Igualdad Irene Montero, hoy eurodiputada de Podemos, por unas declaraciones suyas. En definitiva, la presi¨®n sobre Rivas, su entorno y quienes la defendieran fue fuerte y continuada en los primeros a?os. Tanto que la salud de la madre es delicada a d¨ªa de hoy.
Y as¨ª, con alguna victoria que otra, han pasado nueve a?os de enrevesada batalla judicial. En medio, un indulto del Gobierno que no fue f¨¢cil de lograr ¨Dy que las pegas del Tribunal Supremo convirtieron en parcial¨D y la oposici¨®n del juez Pi?ar para ejecutarlo sin m¨¢s. Cuando parec¨ªa que los litigios bajaban de intensidad (aunque sin cesar) con la puesta en libertad de Juana Rivas, una carta de su hijo mayor de edad, Gabriel, que vive con ella, dirigida a la Fiscal¨ªa italiana ha producido un efecto que nada antes hab¨ªa conseguido: que un juzgado de la ciudad sarda de Cagliari investigue los presuntos malos tratos de Arcuri hacia sus hijos, hechos denunciados desde el primer minuto del caso. Semanas despu¨¦s, otra declaraci¨®n, en este caso del hijo menor, ha conseguido que una jueza le permita, en medio de gestiones a contrarreloj este martes por la noche, no tener que volver a Italia con su padre, ahora investigado por malos tratos.
La carta que ha volteado el caso tiene fecha de 10 de octubre de 2024 y lleva la firma de Gabriel Arcuri Rivas, mayor de edad desde hace algo m¨¢s de ocho meses. En ella, dirigida al Fiscal General de Cagliari, expresa ¡°la impotencia¡±, dice, que tiene ¡°reprimida frente a esta situaci¨®n, la de mi hermano Daniel¡±. Y contin¨²a afirmando: ¡°Mi infancia acab¨® en el verano del 2017¡å, cuando la madre evit¨® durante un mes la entrega de los ni?os a su padre quien, finalmente, se los llev¨® por una decisi¨®n judicial. El joven explica que ha vivido una ¡°pesadilla¡±, de la cual su madre intent¨® sacarlo. ¡°Pero por desgracia este sistema solo nos ha sumergido cada vez m¨¢s¡±, a?ade. Gabriel, que convive con su madre en Maracena desde 2022, reconoce haber sido v¨ªctima de adicciones ¨D¡±[De las que sal¨ª] gracias a las pautas que le marcaron, a las ense?anzas que aprend¨ª y al gran apoyo de mi madre y de mi familia espa?ola¡±¨D sin que su padre le diera soluci¨®n ni atenci¨®n alguna.
En vano, explica Gabriel, ha contado muchas de sus experiencias ¡°a la Fiscal¨ªa italiana, en consultas con m¨¦dicos, psic¨®logos, jueces...¡±. En vano porque, como lamenta en la misiva, su hermano segu¨ªa en Italia con su padre. La fiscal¨ªa valor¨® los hechos y apenas cuatro d¨ªas despu¨¦s emiti¨® un auto por el que abr¨ªa una investigaci¨®n contra Arcuri por al menos cinco delitos de maltrato, golpes y violencia familiar. Gabriel se dirige a las autoridades para pedir ¡°medidas urgentes para tutelarlo, es un ni?o indefenso y, mientras est¨¦ bajo el control de Francesco, no podr¨¢ decir la verdad sobre lo que est¨¢ viviendo. Soy la voz que mi hermano ha perdido¡±.
Una voz que finalmente, y no sin esfuerzo, ha conseguido ser escuchada en Espa?a. El fin de las vacaciones de Navidad significaba, a priori, el retorno del menor con su padre. El 2 de enero, d¨ªa en que Daniel deb¨ªa regresar a Italia, Rivas solicit¨® en ese pa¨ªs que el ni?o se quedara con ella alegando malos tratos y acoso telef¨®nico del padre durante el periodo navide?o. El juzgado italiano, una vez m¨¢s, le deneg¨® la petici¨®n. Pero sus abogados, que dan poco o nada por perdido, recurrieron la resoluci¨®n en Italia, que marcaba el 8 de enero como fecha l¨ªmite para el regreso. As¨ª, las 24 horas anteriores fueron fren¨¦ticas. Un juzgado de familia, un juzgado de violencia de g¨¦nero, la fiscal¨ªa granadina y el juzgado de guardia fueron interpelados legalmente por los letrados hasta que, por fin, la declaraci¨®n del menor ante la jueza ¨D¡±nadie ha escuchado a Daniel en un juzgado espa?ol hasta ahora¡±, ha afirmado Ar¨¢nguez¨D ha logrado suspender la entrega del ni?o a su padre, que permanecer¨¢ en Espa?a hasta que un juzgado de violencia de g¨¦nero emita una decisi¨®n sobre una denuncia de Rivas y su hijo contra su padre.
Las dos intervenciones en sede judicial han logrado los dos grandes ¨¦xitos para Juana Rivas y, sobre todo, para sus hijos. Es algo en lo que insiste, por ejemplo, Sira Riego, ministra de Juventud e Infancia. ¡°La voz de Daniel ha sido finalmente escuchada. Ha podido contar lo que vive y explicar por qu¨¦ siente miedo. Este es un paso fundamental, pero no suficiente¡±, ha afirmado, para a?adir: ¡°No podemos permitir que ni?os como Daniel sean invisibilizados y silenciados¡±, ha concluido.
Un largo camino
El caso Juana Rivas, sin embargo, a¨²n no ha terminado, y tiene recorrido por delante. La investigaci¨®n por malos tratos contra el padre, el litigio por la custodia del menor y su estancia definitiva en Espa?a, las denuncias entre abogados y juez¡ Si hubiera que poner una fecha inicial, todo se remonta a 1997, cuando Juana Rivas y Francesco Arcuri se conocen durante una estancia de ambos en Londres. Un momento fundamental, y nada bueno, tiene lugar el 7 de mayo de 2009, hace casi 15 a?os y medio. Rivas y Arcuri ya ten¨ªan un hijo com¨²n, Gabriel, y los tres resid¨ªan en el centro de Granada. Una discusi¨®n a las seis de la ma?ana de aquel d¨ªa en la vivienda familiar entre los progenitores acab¨® con la primera en el suelo, arrastrada y golpeada por su pareja y con diversos hematomas, seg¨²n auto de un juzgado de Violencia de G¨¦nero. D¨ªas despu¨¦s, un juez penal determina que Arcuri es responsable de un delito de lesiones en el ¨¢mbito familiar y lo condena. Tres meses de prisi¨®n y alejamiento de 200 metros de Rivas durante un a?o y tres meses es el resultado de ese encuentro, el primero de muchos, en los juzgados.
Pasado el tiempo del alejamiento obligado, contaba Paqui Granados, asesora de Juana Rivas, a este diario en 2017, Francesco pidi¨® a Juana que volvieran ¡°y ella acepta irse a Italia juntos¡±. En una peque?a isla llamada San Pietro, perteneciente a Carloforte, en Cerde?a, la pareja y el hijo conviven en la casa rural que regenta Arcuri. All¨ª tambi¨¦n naci¨® Daniel, que en unos d¨ªas cumplir¨¢ 11 a?os. Rivas viv¨ªa, narraba Granados, ¡°aislada, trabajando mucho y sin contacto con casi nadie. A ocho kil¨®metros de la ciudad m¨¢s cercana y a tres horas en ferry de un juzgado¡±. El 18 de mayo de 2016, Rivas lleg¨® a su casa de Maracena, con sus dos ni?os. Denunci¨® a Arcuri en Espa?a por malos tratos y violencia de g¨¦nero y nunca volvi¨® al hogar familiar. La justicia oblig¨® a los ni?os a volver con su padre. Han pasado casi nueve a?os y, tras mucho tiempo de sentencias contrarias a Juana ¨Dy en definitiva a sus ni?os¨D, el guion, al menos de momento, ha cambiado.
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