Amenaza de mutua destrucci¨®n
John Major y un sector de su grupo parlamentario reproducen estos d¨ªas, en torno a Maastricht, la ¨²ltima fase de la guerra fr¨ªa. El enfrentamiento ha llegado a tal punto que, como en los a?os m¨¢s ominosos de la rivalidad entre las superpotencias nucleares, no existe otra alternativa que la MAD (Mutua Destrucci¨®n Asegurada).El grupo parlamentario amenaza con rechazar el tratado de Maastricht, el ¨²nico pilar del programa de Major que permanece en pie, y al que Major vincula su permanencia en Downing Street. El primer ministro, a su vez, ya no amenaza s¨®lo con dimitir, sino con disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.
Cada uno de los bandos intenta asegurarse de que la derrota propia implique la derrota ajena. Como en la MAD del p¨®quer nuclear, el juego consiste en disuadir al rival. Pero, a diferencia de la guerra fr¨ªa, en la cuesti¨®n de Maastricht hay una fecha l¨ªmite: el 31 de diciembre. John Major tiene que iniciar la batalla antes de Final de a?o. No hacerlo equivaldr¨ªa a aceptar la derrota. Sim¨¦tricamente, los conservadores rebeldes tienen que votar desde el debate preparatorio -el 4 de noviembre- contra Maastricht, y alcanzar la mayor¨ªa. Si no lo consiguen, entrar¨¢n en el cap¨ªtulo de grandes ridiculeces de la historia brit¨¢nica.
Las amenazas mutuas empiezan ya a rozar la fanfarronada. Por el grupo parlamentario, es de notar que los rebeldes se propongan votar contra Maastricht -y con ello invitar a Major a que dimita- sin disponer de un primer ministro alternativo. Por el lado de Major, es muy discutible, como se?alan numerosos diputados, que pueda disolver el Parlamento. El tr¨¢mite regular ser¨ªa, tras una hipot¨¦tica derrota sobre Maastricht, un voto de confianza en la C¨¢mara de los Comunes. Los rebeldes asegurar¨ªan con su voto que John Major ganase esa votaci¨®n, lo que impedir¨ªa t¨¦cnicamente la disoluci¨®n de un Parlamento con una suficiente mayor¨ªa tory. Major podr¨ªa dimitir, pero no ser¨ªan los electores, sino los diputados de la mayor¨ªa parlamentaria, los que deber¨ªan elegir entonces un nuevo primer ministro.
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