La inesperada explosi¨®n de un 'ultra'

Los canadienses tienen ahora su versi¨®n local del ultraderechista Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen. El Reform Party (Partido de la Reforma), creado hace cinco a?os con un discurso demag¨®gico y populista, ha aprovechado el refer¨¦ndum para hacer su primera gran campana que parece haber dado sus frutos, ya que los ¨²ltimos sondeos le atribuyen el 9% de las intenciones del voto nacional.El programa de su jefe, Preston Manning (que la prensa local califica de Le Pen canadiense), es un programa de rechazo: rechazo a los pol¨ªticos tradicionales en general, rechazo a la "burocracia de Ottawa" y rechazo al af¨¢n recaudatorio del Gobierno federal. No es casualidad que Manning haya encontrado eco sobre todo en las provincias del Oeste, ricas en recursos, que tienen la impresi¨®n de dar a las arcas p¨²blicas mucho m¨¢s de lo que reciben.

Las propuestas de Ref¨®rm Party tienen, por otra parte, todos los ingredientes de un programa de extrema derecha, como el endurecimiento del C¨®digo Penal para reforzar la lucha contra la delincuencia y el establecimiento de un mayor control sobre los extranjeros. Este ¨²ltimo tema, sin embargo, no deja de ser delicado en un pa¨ªs de fuerte inmigraci¨®n como Canad¨¢, y la propuesta del Reform Party de que sean deportados los inmigrantes culpables de actos criminales, suscit¨® debates acalorados. Frente a Quebec tampoco se anda Manning por las ramas: o la provincia franc¨®fona acepta la federaci¨®n canadiense como est¨¢, o se va. El Ref¨®rm Party pide la supresi¨®n de las garant¨ªas de las minor¨ªas ling¨¹¨ªsticas.

El primer ministro y los principales pol¨ªticos hab¨ªan intentado hasta ahora evitar la pol¨¦mica directa con el Reform Party, al que aparentaban ignorar. Pero su avance preocupante parece haberles convencido de advertir a la poblaci¨®n de los peligros de la xenofobia y del autoritarismo en un pa¨ªs que parec¨ªa hasta hace poco inmune frente a estas lacras.