Una costosa batalla de imagen
Ross Perot ha logrado poner en apuros a los dos grandes partidos
La campa?a electoral que ha realizado el multimillonario tejano Ross Perot, de 62 a?os, probablemente no le abra las puertas de la Casa Blanca, pero s¨ª las del libro de los r¨¦cords. Su batalla de imagen, tan costosa como original, se va a saldar, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, con una peque?a derrota para este populista que est¨¢ viendo caer bruscamente su popularidad en las ¨²ltimas horas de la campa?a. Perot, sin embargo, afirma no creer en las encuestas, y vaticina una abrumadora victoria para su candidatura, que fundamenta en el apoyo que recibe "de la mayor¨ªa silenciosa".Las ¨²ltimas encuestas conceden a Perot, con un 15% de intenci¨®n de voto, un 5% menos de la m¨¢xima cota a la que lleg¨® la pasada semana. La tendencia al voto ¨²til -nadie cree que Perot tenga la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de alcanzar la victoria- ser¨ªa la raz¨®n principal de su ca¨ªda en los sondeos de opini¨®n. Tambi¨¦n han debido influir las fuertes cr¨ªticas que ha recibido en la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n, que lo presentan como un personaje desequilibrado y con tendencias paranoicas.
Su ca¨ªda en desgracia comenz¨® el domingo 25 de octubre, cuando se encontraba m¨¢s arriba en los sondeos y su candidatura parec¨ªa lanzada. Ese d¨ªa, Perot reconoci¨®, a preguntas de los investigadores del programa 60 minutos, uno de los m¨¢s prestigiados de la televisi¨®n norteamericana, que se hab¨ªa retirado de la carrera electoral el pasado verano al conocer que hab¨ªa un plan del Partido Republicano para desacreditar a su hija con fotograf¨ªas trucadas que la presentaban como lesbiana. Perot no pudo aportar ninguna prueba para sostener sus acusaciones -afirm¨® incluso que miembros del equipo de Bush planeaban interceptar sus tel¨¦fonos-, y su denuncia se volvi¨® contra ¨¦l en la mayor¨ªa de los medios, que dudaron de su credibilidad.
Perot, que no ha dejado de criticar p¨²blicamente a los medios de comunicaci¨®n por considerarlos sesgados y parciales, redobl¨® sus acusaciones contra la prensa y las incluy¨® en sus anuncios de campa?a. La respuesta de los medios, aunque comedida, ha sido definitiva. Se trataba de un pulso desproporcionado entre un millonario dispuesto a fabricarse una imagen a su medida y contraponerla a la que aparec¨ªa en los medios de comunicaci¨®n.
Sus armas en esa batalla han sido el dinero y la televisi¨®n. Desde que regres¨® a la carrera electoral el pasado 1 de octubre, pidiendo perd¨®n a sus seguidores, a quienes dijo que su retirada hab¨ªa sido un error, el millonario tejano ha desarrollado una ofensiva electr¨®nica que entrar¨¢ en los libros sobre propaganda pol¨ªtica. Se calcula que Ross Perot ha invertido unos 60 millones de d¨®lares (m¨¢s de 6.000 millones de pesetas) de su fortuna personal -calculada en unos 3.000 millones de d¨®lares, por encima de los 300.000 millones de pesetas- en su campa?a. Ha dedicado la mayor¨ªa de ese dinero a comprar espacios en radio y televisi¨®n para emitir anuncios breves y programas de propaganda de media y una hora. S¨®lo en las tres grandes cadenas de televisi¨®n, y en la red de cable de la CNN, ha gastado cerca de 25 millones de d¨®lares. La traca Final de esta campa?a electr¨®nica tuvo lugar el pasado fin de semana. Perot compr¨® a las tres grandes cadenas tres horas y media de su mejor tiempo, incluyendo una hora de hoy que la NBC le vendi¨® por la cifra de 1,8 millones de d¨®lares (casi 200 millones de pesetas).
Pero el dinero no lo ha sido todo en el fen¨®meno Perot. El millonario, que gusta decir que "el dinero es una de las cosas m¨¢s sobrevaloradas que hay en la vida", lo ha utilizado para llegar a la gente a trav¨¦s del medio m¨¢s eficaz. Pero ha sido su mensaje sencillo, tal vez primitivo, el que ha llegado a muchos norteamericanos.
Con un equipo muy reducido -los pocos profesionales de la pol¨ªtica que ten¨ªa le abandonaron cuando se retir¨® y no regresaron cuando volvi¨®-, Perot ha llegado a poner en apuros a dos m¨¢quinas pol¨ªticas tan poderosas como los partidos Republicano y Dem¨®crata. Un precedente que sin duda marcar¨¢ la pol¨ªtica norteamericana y animar¨¢ a muchos a seguir los pasos de este inusual millonario y desafiar el bipartidismo que domina la pol¨ªtica de Estados Unidos.
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