Chico Buarque, de cantautor a novelista

El brasile?o Chico Buarque es un escritor at¨ªpico. No suena en c¨ªrculos literarios, pero s¨ª lo conocen cantautores e int¨¦rpretes. Sus canciones forman parte de la mejor m¨²sica popular. Ahora, a sus 48 a?os, ha publicado Estorbo (Tusquets Editores), novela de la que se han vendido en Brasil m¨¢s de 130.000 ejemplares. Para ¨¦l, "la literatura no es superior a la canci¨®n. Al escribir no pretend¨ª subir de categor¨ªa, s¨®lo hacer algo diferente".

Est¨¢ de gira por varias capitales europeas, aunque no para cantar Oh, qu¨¦ ser¨¢, como en otras ocasiones, sino para presentar su novela Estorbo. En la medida de lo posible, pretende desligar ambas facetas cuando habla en los medios de comunicaci¨®n.En un castellano correcto, Buarque cuenta c¨®mo se gest¨® Estorbo: "Empez¨® con el silencio de no hacer nada durante seis meses. No compon¨ªa canciones ni tocaba la guitarra, y quer¨ªa hacer algo. Fue entonces cuando mi mujer (la actriz brasile?a Marieta Severo) me regal¨® un ordenador; y me puse a jugar con ¨¦l. Quiz¨¢ ella ya sab¨ªa, antes que yo mismo, que necesitaba escribir un libro. Tambi¨¦n hab¨ªa una sugerencia por parte de la editora que hab¨ªa publicado mis canciones en dos vol¨²menes. Quer¨ªan encargarme un libro. Y en tercer lugar, mi amigo el escritor Rubem Fonseca, al que yo admiro much¨ªsimo, se pasaba el tiempo provoc¨¢ndome: 'T¨² eres un escritor, t¨² eres un escritor', me dec¨ªa".

Hijo de uno de los historiadores de mayor prestigio que haya tenido Brasil, Francisco Buarque de Holanda, naci¨® el 19 de junio de 1944 en R¨ªo de Janeiro, pero creci¨® en S¨¢o Paulo, adonde se traslad¨® su familia siendo ¨¦l un ni?o. Estudiaba arquitectura en la universidad cuando compuso en 1966 una canci¨®n que ha sonado en pr¨¢cticamente todo el mundo: A banda. M¨¢s de 250 composiciones le avalan como uno de los nombres claves de la m¨²sica popular brasile?a.

El proceso de escribir la novela dur¨® m¨¢s de un a?o. "No encontr¨¦ la atm¨®sfera, el tono, hasta que llevaba varios meses con ella. Seg¨²n iba hallando el lenguaje, la m¨²sica, ten¨ªa que volver atr¨¢s".

"Este libro", dice, "me ha dado un placer tan grande como el gol que nunca he podido marcar en el Maracan¨¢".