Espa?a vivi¨® la acci¨®n americana
Dos hoteles de Madrid y Barcelona albergaron anoche la fiesta de la colonia estadounidense
Focos, grandes pantallas de cine, orquesta de rock and roll y r¨ªos de coca-cola. En un hotel de Madrid, que alberga desde el a?o 1956 este evento, todo estaba dispuesto en la madrugada de ayer para que la noche electoral norteamericana se convirtiese en una gran fiesta. "?sta es una noche muy especial. Gracias a los avances de la tecnolog¨ªa ?Espa?a y el mundo entero tendr¨¢n la posibilidad de vivir, minuto a minuto, la democracia americana en acci¨®n!", declar¨® el embajador estadounidense en Espa?a, Richard G. Capen Jr., al dar la bienvenida a los cientos de personas, espa?oles y norteamericanos, que se agolpaban en lo salones. El embajador no tem¨ªa hacer previsiones sobre los resultados, porque, como explic¨® alg¨²n funcionario de su embajada "lo m¨¢s importante es compartir este acontecimiento y aprovechar la ocasi¨®n para reforzar los lazos entre los pueblos".En Madrid, las grandes pantallas de v¨ªdeo conectadas a la emisora de televisi¨®n norteamericana CNN comenzaron a des granar los primeros resultados Entre los invitados norteamericanos primaban los partidarios del candidato dem¨®crata. "Es tamos en una nueva era. Bush no sabe ponerse a la altura de los grandes cambios que se est¨¢n operando y no tiene nada que contarnos", aseguraban en¨¦rgicamente Jennifer y Lisa, dos p¨¢lidas j¨®venes con sonrisa adolescente, al explicar el porqu¨¦ de su elecci¨®n por Clinton.
Otros estudiantes con atuendos propios de jugadores de b¨¦isbol compart¨ªan su opini¨®n. "Bush no se ha preocupado para nada de la pol¨ªtica interna y as¨ª nos va", a?ad¨ªa un joven de color que llevaba encasquetada una colorida gorra.
Un hombre maduro de rasgos orientales era de los pocos que manifestaban su predilecci¨®n por los republicanos. "Bush es la estabilidad; Clinton es demasiado joven", aseguraba.
En la sala principal, engalanada con guirnaldas, pegatinas, carteles y racimos de globos de colores, no se ve¨ªan seguidores del millonario Ross Perot.
Cada vez que se anunciaban los resultados en un Estado, la orquesta interrump¨ªa sus ritmos. Una bocina anunciaba una tregua y sobre el escenario, bajo un gran mapa de Estados Unidos, un funcionario de la embajada cantaba los n¨²meros. Una azafata clavaba sobre el Estado correspondiente el s¨ªmbolo del vencedor. A las dos de la madrugada, las estrellas negras de Clinton eran mayor¨ªa frente a las rojas de Bush.
Una parodia de elecci¨®n entre el p¨²blico asistente otorg¨® 802 votos ¨¢ Clinton, 432 a Bush y 128 a Perot. Tambi¨¦n en Barcelona gan¨® Clinton en un simulacro electoral celebrado en la fiesta que el Instituto de Estudios Norteamericanos organiz¨® en un hotel de la ciudad para la colonia estadounidense.
No importaba por qui¨¦n votaran. Todos los miembros de la colonia estadounidense eran conscientes de que "estas elecciones son muy especiales".
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