La lucha por el poder entre Alemania y Francia amenaza el programa espacial europeo
La lucha entre Alemania y Francia por el liderazgo en la Agencia Europea de? Espacio (ESA) amenaza el futuro espacial europeo, sobre el que los ministros deben pronunciarse la pr¨®xima semana en Granada. Todos los proyectos, tripulados est¨¢n en peligro y los otros 11 pa¨ªses miembros de la ESA pueden hacer poco m¨¢s que observar mientras Francia amenaza con retirarse del programa Columbus de estaciones espaciales en represalia por la propuesta, apoyada por Alemania, de aparcar durante al menos tres a?os el avi¨®n espacial Hermes. En un marco general de falta de dinero, Espa?a se est¨¢ replanteando tambi¨¦n sus prioridades en los programas de la ESA.
En noviembre de 1991, en M¨²nich, los ministros de los 13 pa¨ªses miembros acordaron posponer un a?o la decisi¨®n sobre la financiaci¨®n del programa, a largo plazo de la ESA, ante la falta de voluntad de los pa¨ªses miembros de aportar los fondos para llevarlo a cabo tal como estaba previsto. La ESA deb¨ªa explorar mientras tanto las posibilidades de cooperaci¨®n internacional, especialmente en los proyectos tripulados. Pasado un a?o, las cosas han cambiado poco. Sigue faltando dinero y la cooperaci¨®n con Rusia y Europa del Este ha avanzado muy poco. Alemania pretende que se aparque el Hermes, programa de iniciativa francesa en el que no cree, pero Francia amenaza con retirarse del Columbus, que incluye la construcci¨®n de un laboratorio para la estaci¨®n espacial permanente Freedom, de Estados Unidos. Detr¨¢s est¨¢n los intereses de las respectivas industrias espaciales, y el resultado puede ser que ninguno de los dos programas siga adelante."Si Francia, que participa en el Columbus con m¨¢s de un 10% del presupuesto total, se retira, los dem¨¢s pa¨ªses no podremos cubrir ese vac¨ªo", explica Vicente G¨®mez, delegado de Espa?a en la ESA, que ha seguido paso a paso los avatares de la organizaci¨®n de la conferencia ministerial de Granada, la primera de este tipo que se celebra en Espa?a.Las inc¨®gnitas del mercado
Desde la reuni¨®n de M¨²nich, la delegaci¨®n espa?ola, presidida por el secretario general de Promoci¨®n Industrial y Tecnolog¨ªa, Eugenio Triana, ha hecho una labor de mediaci¨®n y ha dirigido la redacci¨®n de las propuestas que se presentan en Granada. No ha podido evitar, sin embargo, que, a pocos d¨ªas de la conferencia, las espadas sigan en alto."En los ¨²ltimos a?os, el marco de referencia de la actividad espacial ha cambiado totalmente", recuerda G¨®mez, para explicar la actual crisis. "Antes se repart¨ªan el mercado la URSS y Estados Unidos.casi al 50%. Al desaparecer la justificaci¨®n militar, lo que prima a la hora de invertir es el concepto del espacio ¨²til, que sirve para hablar por tel¨¦fono o vigilar los cultivos o la pesca. Y, adem¨¢s, en Europa la CE quiere tambi¨¦n coordinar esta actividad con sus necesidades". El problema es que las inc¨®gnitas del mercado son enormes. "Rusia va a entrar tarde o temprano en el mercado", contin¨²a G¨®mez, "donde antes no estaba. Si no se ajusta a las reglas va a provocar una importante ca¨ªda de precios. Estados Unidos va a poner tambi¨¦n sus excedentes militares, como son los cohetes, en el mercado civil. A Europa el tema se le pone muy dif¨ªcil, porque ahora mismo hay exceso de oferta en algunos campos, como las estaciones espaciales, pero en el futuro tambi¨¦n habr¨¢ nuevos mercados, como el de Rusia, y hay que colocarse".Aunque en M¨²nich los ministros reclamaron una mayor labor fiscalizadora de la ESA y decidieron reunirse cada a?o, todos esperan ahora que, una vez superado el trago de Granada, no se vuelvan a reunir hasta 1995. En Granada, el ministro espa?ol de Industria, Claudio Aranzadi, ceder¨¢ la presidencia que ha desempe?ado durante este a?o al ministro franc¨¦s de Investigaci¨®n, Hubert Curien, y los ministros de los 13 pa¨ªses miembros deber¨¢n aprobar o no tres resoluciones presentadas por la direcci¨®n de la ESA.
La primera es el plan a largo plazo, hasta el a?o 2000, con sus presupuestos correspondientes, todo ello susceptible de revisi¨®n en la pr¨®xima conferencia ministerial. La segunda son las propuestas de cooperaci¨®n con Rusia, y la tercera, las de cooperaci¨®n con otros pa¨ªses (europeos y EE UU), siguiendo las directrices de los ministros en M¨²nich.
La ESA no se paralizar¨ªa aunque- cayeran tanto el Hermes como el Columbus, pero s¨ª sufrir¨ªan un gran golpe las ambiciones de Europa de desempe?ar un papel importante en la exploraci¨®n espacial tripulada. Se mantendr¨ªan, entre otras, las actividades cient¨ªficas, tecnol¨®gicas, de comunicaciones, el programa de exploraci¨®n de la Tierra con sat¨¦lites desde el espacio (cada vez m¨¢s importante) y el desarrollo del cohete Ariane V, el m¨¢s grande de la gama, que se lanzar¨¢ en 1996. El Ariane es el programa de mayor ¨¦xito de la ESA, pero existen dudas sobre si va a haber mercado para un cohete tan potente como el Ariane V, una vez desechado por ahora su papel como lanzador del Hermes.
La cooperaci¨®n con Rusia, donde ya est¨¢n entren¨¢ndose cuatro de los europeos seleccionados como astronautas por la ESA, entre ellos el espa?ol Pedro Duque, costar¨ªa a Europa en torno a los 100 millones de ecus (13.000 millones de pesetas) desde 1993 al a?o 2000. Se centra en participar en vuelos a la actual estaci¨®n Mir y en colaborar en nuevas estaciones espaciales-.
Con Estados Unidos existe la posibilidad de cooperaci¨®n para construir un veh¨ªculo de carga autom¨¢tico y otro para el rescate de tripulaciones, que prestar¨ªan servicio a la estaci¨®n Freedom.
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