La moda
Un amigo m¨ªo italiano, cuando Ie cuento algunos de los casos de corrupci¨®n que tanto nos escandalizan en Espa?a, me mira con cierta conmiseraci¨®n condescendiente Luego me dice que, comparados con Italia, en esto de la inmoralidad p¨²blica somos como ni?os de pecho. La verdad es que en Italia hacen todo lo que nosotros, s¨®lo que un poco antes, un poco m¨¢s deprisa y de manera m¨¢s completa. All¨ª los mandan al chiquero. Viene una moda nueva que nos va a resultar interesante.Hace un par de meses, Class, la revista de Mil¨¢n, se?alaba que la moda que viene est¨¢ muy orientada a los espacios cerrados. E incomunicados. Hace su propuesta para ejecutivos y pol¨ªticos que est¨¢n a punto de ir a la c¨¢rcel por estar involucrados en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en beneficio propio o, sublime sacrificio, en favor del partido pol¨ªtico. En Italia ya no se es nadie si no se tiene a un pariente o a un amigo en chirona. Lo m¨¢s in es ser fotografiado con esposas en la mu?eca y un carabinero al lado.
Recomiendan los modistos italianos una moda relajada, en la que se calcen mocasines (los cordones son desaconsejados por la autoridad) y pantalones de franela ligeramente ajustados a la cintura (no se permite el cintur¨®n). El vestido siempre ha de ser informal (el director de la prisi¨®n desaconseja la corbata) y quedan bien los jers¨¦is de pico en shetland o cachemira en tonos grises. M¨¢quina de afeitar el¨¦ctrica, encendedores de pl¨¢stico (los hay bonitos aqu¨ª, con el escudo del Atl¨¦tico de Madrid), tartera de pl¨¢stico para que le traigan a uno el caviar los amigos. Yo dir¨ªa que las camisas a rayas, ni mirarlas, y que los pijamas son desaconsejables por la misma raz¨®n. Hubo un tiempo en que la arruga fue bella. Tal como se est¨¢n poniendo las cosas, acabar¨¢ siendo inevitable.
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