Enterrado en La Rioja Jos¨¦ Lu¨ªs S¨¢enz de Heredia
Familiares y habitantes de Alfaro despidieron al director de 'Historias de la radio' y 'Raza'
Los restos de Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia, m¨¢ximo cineasta del franquismo militante fallecido el mi¨¦rcoles en Madrid a los 81 a?os de edad, recibieron sepultura ayer en el cementerio de Alfaro (La Rioja), donde su familia posee desde comienzos de siglo un pante¨®n. Su esposa, Ascensi¨®n Casado, y sus cuatro hijos, acompa?ados de unos 50 vecinos de Alfaro, asistieron al entierro. Entre los familiares se encontraba Alvaro S¨¢enz de Heredia, sobrino de Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia y tambi¨¦n cineasta.
S¨¢enz de Heredia era de la misma generaci¨®n que Dionisio Ridruejo y segu¨ªa a la de Gim¨¦nez Caballero y Edgar Neville. Es decir, era de la derecha ilustrada y escribidora que, liderada por su primo Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, se desliz¨® luego hacia la barricada del fascismo. Ya pensaba as¨ª S¨¢enz de Heredia cuando, tras un accidentado deb¨² cinematogr¨¢fico en Patricio mir¨® a la estrella (1934), un sagaz boceto sobre el star-system de la ¨¦poca, fue tutelado por Luis Bu?uel en su productora Film¨®fono y rod¨® dos pel¨ªculas a sus ¨®rdenes, dos melodramas muy coherentes con el populismo republicanista. Luego vino 1936 y S¨¢enz de Heredia fue internado en una cheka madrile?a, custodiado por militantes de UGT. Bu?uel me cont¨® c¨®mo convoc¨® a un grupo de obreros de los estudios Roptence y encabez¨® al grupo para ir a avalar y a rescatar al joven falangista. As¨ª pudo llegar S¨¢enz de Heredia a su bando y, rechazando la oferta para trabajar en su servicio de cine, se enrol¨® como alf¨¦rez.Seguramente, sin la guerra, S¨¢enz de Heredia habr¨ªa llegado a ser un cineasta m¨¢s interesante, aunque menos canonizado. Por culpa de Raza, que era un ajuste de cuentas de Franco con su biograf¨ªa y con la historia de Espa?a, se convirti¨® en cineasta oficial del r¨¦gimen Pero en su asimilaci¨®n de la est¨¦tica del cine nazi no le lleg¨® al tobillo a Leni Riefenstahl. Para colmo, a la versi¨®n edulcorada que se reestren¨® en 1950 (la ¨²nica que se conserva), se le corta ron los saludos brazo en alto S¨¢enz de Heredia pidi¨® como premio ir a la Divisi¨®n Azul, pero en vez de eso le permitieron rodar al a?o siguiente el primer adulterio del cine franquista, en El esc¨¢ndalo.
S¨¢enz de Heredia era un t¨¦cnico muy competente , que no hay que confundir con los fascistas garbanceros que se apuntaron a ¨²ltima hora. Cuando olfate¨® que con el neorrealismo italiano algo estaba cambian do, ofreci¨® en Las aguas bajan negras un curioso ' contraste en tre la Asturias campesina y la minera. Pero las autocensuras y las censuras eran excesivas y hoy preferimos su incursi¨®n en el cine negro de Los ojos dejan huella, la gozosa comedia-retablo Historias de la radio y la parodia de Goethe Faustina.
Aunque S¨¢enz de Heredia fue un cineasta todo-terreno, se le recordar¨¢ siempre como el cineasta falangista de un pa¨ªs que no tuvo, en rigor, cine falangista, sino cine militarista, cine conservador y cine hagiogr¨¢fico. Para conmemorar los XXV a?os de paz el ministro Fraga Iribarne le encarg¨® Franco, ese hombre, que constituy¨® una buena y eficaz pieza hagiogr¨¢fica, pero segu¨ªa sin ser cine falangista, en una ¨¦poca en que ya era inviable. Y se muri¨®, en franquista convencido, pero sin haber podido realizar su ¨²ltimo proyecto, El primer m¨¢rtir, sobre su primo Jos¨¦ Antonio. Cerr¨® su carrera en el fat¨ªdico a?o 1975 con un poco honorable Solo ante el streaking.
Para los historiadores Raza se ha convertido en un texto clave, en el retrato de un imaginario peque?o burgu¨¦s y castrense, que dice mucho -aunque disgust¨® a bastantes falangistas- acerca de la historia y de la mitolog¨ªa del primer franquismo. Pero para conocer c¨®mo fue la Espa?a de la autarqu¨ªa al protoconsumismo ser¨¢ tambi¨¦n de consulta obligada su Historias de radio.
Babelia
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