"Jam¨¢s aceptaremos entregar parte de nuestra tierra"
VIadislav ?rdzinba es el personaje m¨¢s odiado por los georgianos y el m¨¢s admirado por los abjazos. Sobre este historiador de 47 a?os de edad ha reca¨ªdo una tarea de enormes proporciones: defender a su pueblo, que, debido a los crueles caprichos de la historia, se ha convertido en una minor¨ªa en su propia tierra. Como presidente de Parlamento de Abjazia, rep¨²blica aut¨®noma integrada en Georgia, ?rdzinba luch¨® por una mayor independencia frente a Tbilisi.
Los georgianos respondieron con las armas y, bajo el pretexto de perseguir a los partidarios del derrocado presidente de Georgia, Zviad Gamsajurdia, que hab¨ªan tomado como rehenes a un grupo de altos dirigentes, las tropas del Consejo de Estado entraron en Sujumi, la capital abjaza, a mediados de agosto; tomaron por asalto el Parlamento y presentaron un ultim¨¢tum a ?rdzinba para que dimitiese.Este, lejos de someterse, se retir¨® con sus leales a la ciudad de Guda¨²ta,-y desde all¨ª organiz¨® la resistencia. El 2 de octubre los abjazos lanzaron una ofensiva y tomaron Gagra, Gantiadi y Leselidze, abri¨¦ndose paso hacia la frontera rusa, su potencial fuente de abastecimiento. Ahora Abjazia pr¨¢cticamente est¨¢ dividida en dos: desde el r¨ªo Gumist¨¢, en las afueras de Sujumi, hasta la frontera con Rusia es controlada por los abjazos; y desde Sujumi al sur, por los georgianos.
"Estoy convencido de que incluso ahora se puede resolver el conflicto con medios pol¨ªticos", explica ?rdzinba, quien recibe a EL PA?S en su residencia de Guda¨²ta. Afirma que siempre preferir¨¢ una soluci¨®n pac¨ªfica a una militar, pero para que la primera sea posible hay que "eliminar la causa principal que desencaden¨® los actuales acontecimientos en Abjazia, es decir, retirar las tropas del Consejo de Estado georgiano de nuestro territorio". ?l est¨¢ dispuesto a retirar todas las unidades de voluntarios del C¨¢ucaso del Norte que le apoyan en su actual lucha y "resolver el problema de nuestras relaciones con Georgia en la mesa de negociaciones".
El l¨ªder abjazo considera que as¨ª se estar¨ªa cumpliendo el acuerdo de Mosc¨², firmado por Rusia, Georgia y Abjazia a principios de septiembre, pues ¨¦ste "contemplaba tanto la retirada de los voluntarios del C¨¢ucaso como la de las tropas georgianas". ?rdzinba descarta la posibilidad de congelar la actual situaci¨®n, es decir, resignarse con la divisi¨®n de Abjazia que ahora de hecho existe.
Retirada de Georgia
"El pueblo abjazo jam¨¢s aceptar¨¢ entregar parte de su territorio", afirma tajantemente, dando a entender que si los georgianos no se retiran, los abjazos lanzar¨¢n un ataque contra Sujumi. "He dicho m¨¢s de una vez que preferir¨ªa que la liberaci¨®n de Sujumi y de las dem¨¢s tierras abjazas actualmente en manos georgianas se realizara pac¨ªficamente, pero para ello Edvard Shevardnadze [presidente de Georgia] debe cumplir los principios de las organizaciones internacionales en las que ha sido aceptado y renunciar al uso de la fuerza contra el pueblo abjazo. Debe retirar sus tropas y sentarse en la mesa de negociaciones. De lo contrario, actuaremos como lo hace todo pueblo que defiende su patria y combatiremos para obligar a esas tropas a retirarse".
El que Abjazia pueda permanecer unida a Georgia depende "de si continua esta guerra, de si hay nuevas v¨ªctimas, del grado de enfrentamiento al que lleguemos", explica ?rdzinba. "Hoy todav¨ªa estamos dispuestos a negociar con los representantes de Georgia y encontrar una f¨®rmula de convivencia arm¨®nica entre nuestros dos Estados. Pero si esta guerra contin¨²a, si contin¨²a el genocidio del pueblo abijazo, la destrucci¨®n de todo lo que se ha creado en nuestro territorio con la labor de muchas generaciones, si se expulsa a la poblaci¨®n no georgiana, entonces encontrar esa f¨®rmula de convivencia ser¨¢ muy dif¨ªcil", advierte.
La exigencia de los georgianos de volver a las posiciones que los abjazos ten¨ªan antes de su ¨²ltima ofensiva -sin salida a la frontera rusa y emparedados por las fuerzas enemigas- "es poco seria", seg¨²n ?rdzinba. "?Cu¨¢l es el problema que resolvemos? El creado por la intervenci¨®n de las tropas georgianas a mediados de agosto. Nosotros estamos liberando nuestro territorio y continuaremos haci¨¦ndolo hasta que toda Abjazia haya sido liberada. Es absurdo hablar de un regreso a las posiciones que ocup¨¢bamos el 1 de octubre. Puede haber regreso s¨®lo a una situaci¨®n: a la que exist¨ªa antes de que comenzara la agresi¨®n georgiana".
Para ?rdzinba es natural que los georgianos pidan la retirada de las tropas rusas acantonadas en Abjazia, pues "en ese caso podr¨ªan terminar con nosotros". "Las tropas rusas les impiden eliminar al pueblo abijazo. Ellas son completamente neutrales, pero su sola presencia aqu¨ª les impide a los georgianos bombardear las aldeas del distrito de Guda¨²ta. Por eso los georgianos quieren que se retiren y nosotros, naturalmente, estamos en contra de ello, m¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta de que aqu¨ª tambi¨¦n viven rusohablantes. Estamos dispuestos a firmar el acuerdo correspondiente con Rusia para definir el status de estas tropas en el territorio de Abjazia", puntualiza.
La ¨²nica cr¨ªtica que Abjazia le hace a Rusia es que las armas que tienen los georgianos, fueron proporcionadas por el Ej¨¦rcito ruso". "La cantidad de armamento transferido es enorme y, lo que es peor, Georgia tiene abiertas las puertas para obtener m¨¢s armas a¨²n de Rusia. Y ¨¦ste s¨ª que es un problema muy serio", declara preocupado ?rdzinba. El l¨ªder abjazo se lamenta de que la comunidad internacional le crea todo a Shevardnadze por el. hecho de haber sido ministro de Exteriores de la URSS: "Shevardnadze trata de hacer creer que lo que sucede en Abijazia tiene que ver con el fundamentalismo isl¨¢mico, porque sabe el temor que ¨¦ste despierta en el mundo occidental".
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