La luz de nuevo despu¨¦s de 36 a?os
Una mujer ciega desde 1956 recupera la vista gracias a varias operaciones
Josefa Cano, de 69 a?os, vecina de Chiclana (C¨¢diz), disfruta como una nifia. Desde el pasado mes de abril observa la vida con ojos nuevos. Con la vista recuperada tras un periodo de ceguera que se inici¨® en un lejano 1956, se sinti¨® extra?a al ver su propia imagen reflejada en un espejo. ?Qui¨¦n es esa viejecita?, se pregunt¨®. Era ella, en las dependencias de la cl¨ªnica Barraquer de Barcelona, en donde Jos¨¦ Temprano la someti¨® a diversas operaciones que finalmente resolvieron la ceguera total que sufr¨ªa.Las intervenciones quir¨²rgicas comenzaban en el mes de enero, y para ello, los m¨¦dicos llegaron a emplear uno de sus colmillos, as¨ª como mucosa de sus labios. "Yo no pod¨ªa imaginar que volviera a ver", dice extasiada, resaltando la labor realizada por Jos¨¦ Temprano y su equipo. "Cuando comenz¨® a quitarme la venda", a?ade, "ya observaba mucha claridad. Luego me dijo el m¨¦dico que mirara hacia un lado y dije que ve¨ªa a una muchacha. El me pregunt¨® que si no conoc¨ªa a mi propia hija. Mir¨¦ al otro lado y pregunt¨¦ qui¨¦n era ese viejo. Yo ya me imaginaba que era mi marido", indica. La escena se cerr¨® con abrazos y llantos. Josefa volv¨ªa a ver a los suyos.
Qued¨® ciega a los 33 a?os, con tres hijos: Angelita, actualmente en Bruselas, Jos¨¦ y Mar¨ªa del Carmen. A partir de entonces, su vida se limit¨® a los cuidados de su marido, Francisco Aido, ahora jubilado, de 73 a?os. Fregar algunos platos y tender la ropa era lo ¨²nico que hac¨ªa aparte de vender cupones.
De un mundo poblado por la oscuridad, esta mujer ha pasado a otro lleno de luz y color. "No puedo explicar la sensaci¨®n que tengo. Lo veo todo m¨¢s bonito", manifiesta. Su satisfacci¨®n es plena. Ahora es ella la que realiza todas las labores de la casa, aunque su marido no le deja que fr¨ªa nada: 'No vaya a ser que me salte aceite en los ojos". Tambi¨¦n sale a dar paseos, siempre acompa?ada. As¨ª ha comprobado c¨®mo el lugar donde vive, antes rodeado de descampados, est¨¢ ahora plagado de urbanizaciones y pisos. "A m¨ª me gusta m¨¢s como ha quedado todo".
Esta historia con final feliz comenz¨® cuando acudi¨® a una oftalm¨®loga, Soledad Jim¨¦nez, para que le hicieran unos certificados de rutina. "Me examin¨® y dijo que podr¨ªa operarme y recuperar la vista", explica. "Coino no perd¨ªa nada, me atrev¨ª. Al final he vuelto a ver; lo que es la ciencia".
Desde entonces, todo son alegr¨ªas para Josefa. En Chiclana, incluso, le han dado un homenaje en la Pe?a Cristo Gonz¨¢lez, que toma el nombre de un torero local. "No s¨¦ por qu¨¦ lo hicieron, pero fue todo muy emocionante".
Ahora, Josefa inicia cada jornada llev¨¢ndole a su marido el desayuno a la cama. "Bastante me ha cuidado ¨¦l a m¨ª", puntualiza. Fiel a su mundo, no pierde otras costumbres adquiridas en su largo periodo de ceguera, como la afici¨®n a la radio. Aunque, eso s¨ª, est¨¢ absolutamente sorprendida por la televisi¨®n en color, adelanto que ahora ha llegado a conocer.
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