"Mont¨¦ el arma en un acto reflejo", dice el guardia que mat¨® a un joven en Vifialba

"Mont¨¦ el arma en un acto instintivo y reflejo". El guardia civil Jos¨¦ Mar¨ªa del R¨ªo C¨¢rdenas explic¨® as¨ª ayer, en la Audiencia Provincia? de Madrid, sus actos previos a que una bala disparada por su pistola matase al joven de 23 a?os Jos¨¦ Manuel Santarem Ciudad en un pub de la localidad madrile?a de Villalba. Los hechos ocurrieron el 7 de abril de 1990 en el pub Joloki, durante la despedida de soltero de Santarem.

Jos¨¦ Mar¨ªa del R¨ªo llevaba ese d¨ªa una pistola Star de nueve mil¨ªmetros no reglamentaria. El agente justific¨® la posesi¨®n de este arma con el argumento de que se halla "destinado en el Pa¨ªs Vasco".El guardia civil sostuvo que no estaba ebrio cuando ocurrieron los hechos. Seg¨²n su relato, en un momento determinado fue a buscar a otros tres guardias que hab¨ªan acudido al local con ¨¦l y se encontr¨® con que uno de ellos estaba siendo golpeado por unas ocho personas. "Saqu¨¦ la pistola, y mientras ca¨ªa al suelo de un empuj¨®n miraba la pistola, y ¨¦sta se dispar¨®, dijo al tribunal Del R¨ªo.

El acusado asegur¨® que el disparo fue involuntario y que su intenci¨®n era ¨²nicamente intimidar a las personas que estaban pegando a su compa?ero.

El forense asegur¨® durante la vista oral que la bala que mat¨® a Santarem sigui¨® una trayectoria de derecha a izquierda y que el autor del tiro se hallaba de pie y no en el suelo. El proyectil, disparado a no m¨¢s de un metro, entr¨® por el cuello del joven y sali¨® por la regi¨®n occipital.

Carlos Vidal, amigo de la v¨ªctima y testigo de los hechos, relat¨® ayer en el juicio que el guardia civil "se acerc¨® hacia ¨¦l y Santarem, sac¨® la pistola desenfund¨®, dispar¨® y se march¨®, con total frialdad y sin que previamente se hubiese producido ninguna discusi¨®n". "Todo fue muy r¨¢pido; no dio a tiempo a reaccionar", declar¨® este testigo.

Al t¨¦rmino del juicio, el procesado pidi¨® perd¨®n a la familia y a los amigos del fallecido. Se?al¨® que se trataba de un tr¨¢gico accidente y que nunca quiso causar mal a nadie.

El abogado de la familia pidi¨® al final de la vista 30 a?os de prisi¨®n para el guardia por asesinato y que indemnizara con 20 millones de pesetas a la novia, y con otros 10 a los familiares de Santarem. La defensa reclam¨®, por su parte, seis a?os de prisi¨®n por imprudencia temeraria.