El ejemplo Hortelano

JUAN GARC?A Hortelano, uno de los grandes autores de la literatura espa?ola, ser¨¢ objeto hoy de un homenaje en el que, junto con el recuerdo de sus amigos, sus obras conseguir¨¢n su condici¨®n natural: la de estar pr¨®ximas a quienes quieran leerlas. Algo tan elemental que, sin embargo, en el complejo y minifundista mercado de la edici¨®n, resulta relativamente ins¨®lito.La iniciativa de siete editoriales espa?olas para volver a editar y distribuir la importante narrativa de Juan Garc¨ªa Hortelano debe saludarse como un ejemplo de reparaci¨®n colectiva, por cuanto son numerosos los autores a los que el mercado, injustamente, tambi¨¦n relega desde su fr¨¢gil memoria. Es cierto que las librer¨ªas espa?olas tienen que hacer frente anualmente a una avalancha de novedades de todo tipo, entre las que no abundan las de libros de literatura o pensamiento. El libro r¨¢pido, el que m¨¢s se vende, el libro espectacular, es el que domina en. esa oferta que sobrepasa los 40.000 t¨ªtulos. Esa situaci¨®n y las propias carencias del sector, acosado por un sinfin de problemas, ha llevado al benem¨¦rito negocio de las librer¨ªas al borde la extinci¨®n, y al libro, a una vida comercial cada vez m¨¢s fugaz.

El homenaje de hoy a Juan Garc¨ªa Hortelano lo es tambi¨¦n a todos los que como ¨¦l han dedicado buena parte de su vida a mostrar que el drama o el placer humanos pueden ser descritos con talento, sensibilidad y belleza.