"Abandona, chico"

Mientras Jacobo Siruela se dedic¨® a la literatura medieval y fant¨¢stica fue observado con distancia e indulgencia por los otros editores como un diletante de lujo. Pero cuando public¨® El paseante y decidi¨® pasarse a la literatura contempor¨¢nea, le aconsejaron que lo dejara, le vaticinaron que se estrellar¨ªa. "Todo el mundo me dijo 'abandona, chico'". Siruela rechaza con energ¨ªa que se le considere un "editor amateur aristocratizante" (es hijo de la Duquesa de Alba). "Es mentira que Siruela sea una editorial exquisita. No nos identificamos para nada con ese estereotipo, No vamos de exquisitos, lo que pasa es que sentimos un gran amor por los libros y publicamos literatura muy dura en un continente muy sensual".Y como prueba de que Siruela no es elitista ni exquisita, presume de sus dos best-sellers: Los reyes del mambo tocan canciones de amor, de ¨®scar Hijuelos, y Caperucita en Manhattan, de Carmen Mart¨ªn Gaite, ambos con ventas superiores a los 50.000 ejemplares.

Siruela define su editorial como peque?a-mediana. "Me sit¨²o cerca de Anagrama, con la salvedad de que ellos llevan m¨¢s de 20 a?os y nosotros s¨®lo 10". Y como esta editorial y tantas otras, Siruela diversifica su oferta para salvarse de la crisis y ser m¨¢s competitiva, aunque, asegura, nunca entrar¨¢ en subastas de libros. "Una editorial literaria jam¨¢s puede hacer eso. ?C¨®mo voy a comprar un libro sin haberlo le¨ªdo?".

"La estructura de las editoriales grandes y quiz¨¢ tambi¨¦n de las medianas les obliga a publicar muchos libros y no pueden controlar el producto, y yo no estoy dispuesto a eso. El libro es un producto de informaci¨®n muy sofisticada y cada uno requiere un tratamiento diferente". Y compara el negocio de la edici¨®n con una f¨¢brica de chorizos, "s¨®lo que en nuestro caso cada chorizo es diferente". Quiz¨¢ por eso, Jacobo Siruela sigue dise?ando personalmente cada uno de sus libros hasta convertirlos en preciados objetos de culto.