El Estudiantes pierde casi todas sus bazas
El Estudiantes ha perdido casi todas sus aspiraciones europeas. Vivi¨® un partido abominable en el inh¨®spito reducto del Zadar e hizo el rid¨ªculo, para remate, ante un centenar de legionarios. Su actuaci¨®n compendi¨® en 30 minutos todo lo que es el baloncesto del rev¨¦s. Es un enigma todav¨ªa que el marcador no se?alara una cifra escandalosa, de las que excitan el ¨¢nimo de los estad¨ªsticos. El Estudiantes sufri¨® una de esas derrotas que desprestigian. El Zadar disfrut¨® de una jornada inolvidable.El Estudiantes sigui¨® al pie de la letra todas las contraindicaciones. L¨®gico que el Zadar se le subiera a la cabeza y originara una indigesti¨®n may¨²scula. El libro de a bordo se?ala una cadena de errores manifiesta que condujo al repentino hundimiento del equipo estudiantil mediada la primera parte (40-19) y al s¨¢lvese quien pueda nada m¨¢s iniciarse la reanudaci¨®n (60-31). Miguel Angel Mart¨ªn busc¨® un bote salvavidas para los suyos y retir¨® de la cancha a los titulares cuando la desventaja se aproximaba a los 40 tantos. El naufragio fue evidente aun cuando los reservas llegaran a reducir la diferencia hasta los 14 tantos (98-84). No hay excusa que valga.
Enfrente estaba el Zadar, un equipo croata de estructura indefinida en el que los aleros se confunden con los pivots, larguiruchos todos ellos, pero cuya filosof¨ªa del juego tiende a confundir la libertad de acci¨®n con el libertinaje, la sensatez con la anarqu¨ªa. No es un equipo para las grandes ocasiones. Sus virtudes relativas se convirtieron en un infierno para el Estudiantes.
El equipo madrile?o hizo lo contrario de lo que debi¨® hacer. Jug¨® sin ritmo, perdi¨® r¨¢pidamente el control del rebote, permiti¨® que el rival cosechara canastas f¨¢ciles y bord¨® la ineficacia en ataque debido a una mala selecci¨®n de sus lanzamientos.
Ahora el Estudiantes es un equipo marginal en la Liga Europea. Sus posibilidades son las de un condenado a la espera de un indulto.
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