Hogar provisional
Los ex obreros de Plata Meneses llevan 75 d¨ªas encerrados para cobrar la indenmizaci¨®n
Ayer no se hablaba de otra cosa en los talleres y factor¨ªas que rodean la f¨¢brica de la Uni¨®n de Orfebres en una zona industrial madrile?a. "?Viste lo de la Almeida y la Vilallonga?", preguntaba un obrero a un par de compa?eros. El pasado mi¨¦rcoles la polic¨ªa golpe¨® a tres parlamentarios de Izquierda Unida que hab¨ªan acudido a solidarizarse con las 80 personas que mantienen un encierro, que ya dura dos meses y medio, en protesta por la venta de la empresa.
La batalla campal del pasado mi¨¦rcoles, cuando la polic¨ªa carg¨® varias veces contra un grupo de personas que se encontraban all¨ª concentradas, es un nuevo episodio de la historia de la empresa Uni¨®n de Orfebres, fabricante de la conocida marca Plata Meneses, con m¨¢s de 150 a?os de vida. Esta marca ha sido adquirida por la empresa vasca Dalia.Desde hace 75 d¨ªas, un grupo formado por 80 ex trabajadores de la Uni¨®n de Orfebres est¨¢n encerrados en la f¨¢brica madrile?a. Se turnan en grupos de 20 y tienen como hogar los vestuarios, a los que hay que entrar por los servicios de las instalaciones que no conocen una reforma ni un buen fregado desde hace tiempo, a juzgar por su lamentable estado.
El pasado mi¨¦rcoles por la ma?ana los trabajadores, al ver que un cami¨®n se llevaba la maquinaria, llamaron a los miembros del comit¨¦ de empresa que, a su vez, se pusieron en contacto con todas las personas que se hab¨ªan solidarizado con ellos. As¨ª que se presentaron los parlamentarios de Izquierda Unida Cristina Almeida, Isabel Vilallonga y Javier Doz que se unieron a los trabajadores concentrados. Pero la Polic¨ªa la emprendi¨® contra todos, seg¨²n explican los afectados.
Pedidos anulados
Estos trabajadores firmaron en junio un expediente de rescisi¨®n de los 165 empleos de com¨²n acuerdo entre la Uni¨®n de Orfebres y los sindicatos. Pero Aquilino Gabald¨®n, ex presidente del comit¨¦ de empresa, se?ala que no est¨¢ tan claro que se haya roto la relaci¨®n laboral "en la medida que no nos han pagado todo el dinero de las indemnizaciones". No quieren que la empresa abandone Madrid para lo que mantienen su encierro. Sin embargo, los nuevos propietarios se?alan que todo este proceso ha provocado "que nos anulen el 30% de los pedidos", dice el gerente de Dalia.Los encerrados tienen su cuartel general en los vestuarios de la f¨¢brica donde han improvisado un cuarto de estar con su sill¨®n de skay desgastado, su sof¨¢ de dura madera y su minitelevis¨®n en blanco y negro que tiene como compa?ero de balda un mugriento botijo. Aquilino avisa. que no saldr¨¢n hasta que "nos abonen los 300 millones que nos adeuda la comisi¨®n liquidadora de indemnizaciones y no nos entreguen el acta de la venta a Dalia". El sindicalista reclama ver ese acta para conocer por qu¨¦ se ha vendido la empresa a Dalia y no a ellos. Fuentes de la comisi¨®n liquidadora dicen que "el acta se la daremos al juez si nos la pide". Los ex empleados tambi¨¦n proponen iniciar un proceso de negociaci¨®n con los nuevos propietarios.
La empresa fue declarada en suspensi¨®n de pagos por un juzgado de Madrid el pasado mes de mayo por lo que se form¨® una comisi¨®n liquidadora -integrada por los acreedores: Rumasa P¨²blica, Banco ?rabe Espa?ol, Metales Preciosos; un representante de la sociedad y un interventor judicial-. Esta comisi¨®n vendi¨® la empresa a Dalia por 150 millones y rechaz¨® la oferta presentada por un grupo de ex trabajadores de 185 millones. El ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga explic¨® en octubre en el Senado que la oferta de los trabajadores no inclu¨ªa las cargas (hipotecas). Gabald¨®n puntualiza que nadie les ha explicado a cu¨¢nto ascienden las cargas.
Los trabajadores, con una media de edad, no van a abandonar su postura. Saben que recolocarse, tal como est¨¢ el mercado y a su edad, est¨¢ dif¨ªcil.
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