Rafael Garc¨ªa-Herreros, el hombre que llev¨® a Pablo Escobar a la c¨¢rcel
El sacerdote colombiano Rafael Garc¨ªa-Herreros falleci¨® d¨ªas pasados en Bogot¨¢, a los 83 a?os. Su nombre dio la vuelta al mundo el a?o pasado, cuando consigui¨® lo que no hab¨ªan podido lograr los organismos policiales del mundo: llevar a la c¨¢rcel al narcotraricante Pablo Escobar. Conocido en su pa¨ªs por m¨¢s de tres d¨¦cadas de campa?as en busca del dinero de los ricos para dotar de casas a los pobres, el sacerdote falleci¨® en el barrio bogotano de El Minuto de Dios, construido gracias a la obra social realizada con el dinero recolectado cada a?o en el Banquete del Mill¨®n.Garc¨ªa-Herreros naci¨® en 1909 en la ciudad de C¨²cuta, en el hogar de un general colombiano y una venezolana, y, tras pedir la admisi¨®n en la comunidad de San Juan Eudes, curs¨® estudios teol¨®gicos en Santa Fe de Bogot¨¢, Roma y Friburgo (Suiza). El religioso, que nunca alcanz¨® honores eclesi¨¢sticos, falleci¨® precisamente cuando comenzaba en un hotel bogotano el Banquete del Mill¨®n de 1992 ' que Garc¨ªa-Herreros, aquejado de una enfermedad incurable, escuchaba por la radio, obligado por los m¨¦dicos a permanecer en casa. El barrio donde vivi¨® y muri¨® debe su nombre al programa televisivo que el sacerdote emit¨ªa diariamente desde hace -m¨¢s de 25 a?os. El mismo nombre ha sido adoptado por los barrios construidos para clases pobres en distintas ciudades colombianas con el dinero recogido entre las personalidades que asist¨ªan a los banquetes.
El telepadre, como le llamaban por su programa en televisi¨®n, gozaba de especial admiraci¨®n en su pa¨ªs, particip¨® en distintas comisiones de di¨¢logo con las guerrillas y lleg¨® a ser postulado como candidato al Premio Nobel de la Paz.Sin m¨¢s armas que sus palabras, Garc¨ªa-Herreros logr¨®, en junio de 199 1, poner tras las rejas al que se consideraba el hombre m¨¢s perseguido del mundo, el jefe del cartel de Medell¨ªn, Pablo Escobar, a quien envi¨® misteriosos mensajes previos por televisi¨®n y azquien visit¨® en su escondite.
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