Jorge Donn, el bailarin estrella de Maurice B¨¦jart muere de sida
Conmoci¨®n en el mundo de la danza por la desaparici¨®n del artista argentino
La muerte del bailar¨ªn argentino Jorge Donn, a los 45 a?os, se conoci¨® en todo el mundo ayer, D¨ªa Mundial del Sida, y el Festival de Cannes qued¨® conmocionado con la noticia; una serie de coincidencias se han juntado para aportar dramatismo a la desaparici¨®n del artista. El espect¨¢culo danc¨ªstico de la costa sur se cerr¨® anoche con1a presentaci¨®n del Nederlans Dans Theater 3, donde Donn deb¨ªa haber bailado una creaci¨®n de Maurice B¨¦jart.
Para ali?ar la tragedia, Donn se fue a morir a Lausana, donde precisamente ma?ana B¨¦jart har¨¢ la presentaci¨®n mundial de su nueva compa?¨ªa y proyecto que comenz¨® hace seis meses con la cancelaci¨®n del antiguo B4jart Ballet Laussane.Entre los componentes de la agrupaci¨®n holandesa presente en Cannes est¨¢n algunos amigos personales del bailar¨ªn argentino muerto,- como el sueco Niklas Ek, que tantas veces bail¨® junto al desaparecido artista. La core¨®grafa francesa de origen espa?ol Maguy Mar¨ªn, que debi¨® estar para el estreno, tambi¨¦n ha renunciado a venir hasta aqu¨ª, donde una- densa atm¨®sfera de trabajo y silencio se ha impuesto desde que' la televisi¨®n francesa diera la noticia a primera hora de la ma?ana. El anunci¨® oficial de la muerte lo hizo el propio B¨¦jart en Lausana hablando en t¨¦rminos de "larga enfermedad" y eludiendo mencionarla palabra sida.
Al VIII Festival Internacional de Danza de Cannes le ha tocado cerrar su edici¨®n en medio del luto generalizado de la profesi¨®n del ballet moderno,. Para la cr¨ªtica y el p¨²blico de los tiempos actuales, Jorge Donn (Buenos Aires, 1947) fue un s¨ªmbolo importante. Apareci¨® en Europa en los a?os sesenta con la buena estrella que le hab¨ªa puesto en la frente Maurice B¨¦jart, que hac¨ªa muy poco hab¨ªa fundado en Bruselas el Ballet- del Siglo XX, bajo la protecci¨®n del Teatro de la Moneda de esa ciudad.
En aquella ¨¦poca, el joven bonaerense era todo energ¨ªa, belleza y ductilidad. Formaba parte principal de una cuadriga ejemplar y deslumbrante, junto a Paolo Bortoluzzi, Luc Bouy, Germinal Casado y V¨ªctor Ullate. ?stos eran algunos de los abanderados de aquella m¨¢xima b¨¦jartiana tan pol¨¦mica coim popular: "La danza es el hombre". Junto a la brasile?a Marcia Haydee, Donn representa a los latinoamericanos que lograron instalarse por derecho propio y talento en la ¨¦lite europea del ballet justo en su momento de expansi¨®n en la segunda mitad del siglo XX.
Jorge Donn fue la arcilla sobre la que el genio marsell¨¦s de la coreograf¨ªa model¨® tantas obras que hoy son cl¨¢sicos verdaderos e incluso irrecuperables, despu¨¦s de que el propio B¨¦jart prohibiera su reposici¨®n. En la mente de todos quedan el Bolero en versi¨®n masculina, la representaci¨®n completa de Bahkfl y, m¨¢s recientemente, Diva. En todas estas piezas y muchas m¨¢s, el bailar¨ªn argentino no era s¨®lo el int¨¦rprete, sino parte consustancial a la inspiraci¨®n _del core¨®grafo. Como suceder¨ªa despu¨¦s con varios bailarines de repercusi¨®n internacional, como Eric Vu An, Serge Compardon y Johan Svalberg, que fueron fuente de inspiraci¨®n para la creaci¨®n danc¨ªstica.
El Bolero de Ravel
A Jorge Donn se le vio por ¨²ltima vez en Madrid hace seis a?os, en el Palacio de Deportes de la Comunidad, cuando hizo preciamente el Bolero y un fragmento de Diva dentro de un Festival de oto?o. Su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica fue en el pasado mes de junio de este a?o dentro del modesto, festival de Sens, cerca de Par¨ªs.Desde los a?os ochenta, Jorge Donn intent¨® varias aventuras en solitario y poco a poco se alej¨® de su compa?¨ªa madre, entendiendo de una manera discreta que el relevo generacional le hab¨ªa llegado en el coraz¨®n y la ¨®ptica de su maestro P¨¦jart. Fund¨® el ballet de Verd¨²n, que dur¨® poco, y luego hizo breves giras al frente de una peque?a compa?¨ªa donde alternaba fragmentos de su repertorio hist¨®rico a escala de c¨¢mara con sus propios intentos creativos. En esta aventura conserv¨® a toda costa el ballet Nijinsky Clown de Dios y volvi¨® en 1989 a su Argentina natal; tambi¨¦n bail¨® en Mil¨¢n, Bruselas y otras ciudades europeas en un intento que ya parec¨ªa desespera do de recuperar el esp¨ªritu de an ta?o, pero el tiempo y la enfermedad ya conspiraban en su contra.
La muerte de este notable artista por el sida trae a colaci¨®n un devastador listado de creadores e int¨¦rpretes de danza y ballet que han muerto o que padecen la enfermedad y cuyo m¨¢s relevante caso en hacerse p¨²blico ¨²ltimamente ha sido el de Rudolf Nureyev. La tragedia del sida ha tocado a la danza en su centro y esa fatal diana ronda como un aura de preocupaci¨®n a todos.
Por otra parte, el festival mostr¨® ayer a la compa?¨ªa de futuros bailarines del Neederland II, donde brillan cuatro j¨®venes espa?oles; entre ellos, Urtzi Aramburu. La otra sorpresa fue la del core¨®grafo italiano Jean Franco Pauluzi con su tr¨ªo para hombres Elysios, donde el joven core¨®grafo romano explora las posibilidades contempor¨¢neas de la est¨¦tica hel¨¦nica. Elysios ha sido interpretado por tres bailarines de la compa?¨ªa holandesa Introdance.
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