Yeltsin propone al Parlamento un pacto de no agresi¨®n
El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, propuso ayer al Congreso de los Diputados un pacto de no agresi¨®n para un periodo de hasta a?o y medio, durante el cual el presidente controlar¨ªa totalmente la formaci¨®n del Gobierno, a cambio de renunciar a sus poderes extraordinarios en materia econ¨®mica, que expiraban ayer. La petici¨®n de tregua, no obstante, estuvo acompa?ada de un ataque al Legislativo, al que acus¨® de obstruir las reformas econ¨®micas al amparo de la histeria pol¨ªtica de los antirreformistas. Seg¨²n Yeltsin, el Parlamento deber¨ªa ceder poderes, si se quiere evitar el desastre del pa¨ªs.
La propuesta pactista de Yeltsin, desarrollada en cinco puntos, fue acogida con frialdad por el Congreso y por Rusl¨¢n Jasbul¨¢tov, el jefe del S¨®viet Supremo, seg¨²n el cual la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ha sido un "total fracaso".El intento de la oposici¨®n de izquierdas de iniciar un procesamiento pol¨ªtico contra Yeltsin qued¨® neutralizado en una votaci¨®n que rechaz¨® debatir la posibilidad de someter las actividades del presidente al Tribunal Constitucional de Rusia. Esta votaci¨®n, en la que 429 diputados se pronunciaron en contra, 1352 a favor y 77 se abstuvieron, sirvi¨® para dar una idea aproximada de la correlaci¨®n de fuerzas pol¨ªticas al inaugurarse el Congreso de los Diputados, que tiene 1.041 miembros en activo.
De acuerdo con el pacto de "estabilizaci¨®n" de Yeltsin, el Congreso deber¨ªa dedicarse exclusivamente a elaborar la nueva Constituci¨®n rusa. El Congreso, sin embargo, no tendr¨ªa la ¨²ltima palabra sobre este texto b¨¢sico, que deber¨ªa ser sometido a un refer¨¦ndum popular, seg¨²n la propuesta presidencial.
El S¨®viet Supremo (el Parlamento permanente) se dedicar¨ªa al resto de las labores legislativas, y el Gobierno se someter¨ªa al presidente. Al Congreso le quedar¨ªa el derecho a ratificar la candidatura del jefe del Gobierno, pero no la de los ministros, y, de este modo, se ver¨ªa privado de la que es hoy su principal aspiraci¨®n, la de controlar las carteras gubernamentales. El super Parlamento ruso puede obtener este control en los pr¨®ximos d¨ªas, si aprueba las modificaciones constitucionales necesarias para dar validez a una ley del Gobierno, que ha sido rechazada de plano por el presidente. Yeltsin insisti¨® ayer en que la ley del Gobierno no sea debatida en el Congreso.
Los diputados acogieron con risas ir¨®nicas las propuestas de Yeltsin, quien se invent¨® un nuevo mecanismo para resolver los conflictos entre el Gobierno y el poder legislativo. Seg¨²n este mecanismo, el S¨®viet Supremo podr¨ªa someter sus contenciosos con el Gobierno al veredicto del Tribunal Constitucional. Tal procedimiento desdibujar¨ªa las competencias de este tribunal, llev¨¢ndole muy lejos de lo que son hoy sus funciones. Otro ¨¢rbitro en los conflictos entre el legislativo y el Ejecutivo ser¨ªa el propio presidente Yeltsin.
El l¨ªder ruso, que pronunci¨® un discurso poco lucido, calific¨® de "intolerable" un compromiso con las fuerzas extremistas, aludiendo a los sectores aglutinados en el Frente de Salvaci¨®n Nacional (FSN) y en el ala izquierda del Congreso. Seg¨²n su opini¨®n, "hay que proteger al pa¨ªs de la histeria pol¨ªtica aireada por los antirreformistas", a los que ve campar libremente en los esca?os. "Rusia necesita de forma vital", un pacto de no agresi¨®n "durante un a?o o a?o y medio" se?al¨® un Yeltsin que se mostr¨® abierto al compromiso con los sectores de centro y recogi¨® algunas de las propuestas efectuadas por el grupo Uni¨®n C¨ªvica que preside Arkadi Volski.
Proteccionismo razonable
Concretamente, Yeltsin se refiri¨® a los "encargos estatales" y a la concesi¨®n de cr¨¦ditos a las empresas. En el periodo de formaci¨®n de la econom¨ªa de mercado se necesita un "proteccionismo razonable", se?al¨®.
Al juzgar los resultados de la reforma econ¨®mica, Yeltsin admiti¨® que se hab¨ªan cometido errores t¨¢cticos, pero insisti¨® en que el rumbo estrat¨¦gico elegido era el correcto y destac¨® algunos elementos que, a su juicio, son positivos' tales como un ritmo m¨¢s lento en el descenso de la producci¨®n industrial, la aparici¨®n de nuevas relaciones entre las empresas y el desarrollo de la infraestructura del mercado. El presidente pidi¨® al Congreso que legalice definitivamente la propiedad privada de la tierra, es decir, el derecho de compraventa.
A la hora de valorar la reforma econ¨®mica emprendida por el equipo de Yegor Gaidar, Rusl¨¢n Jasbul¨¢tov dej¨® bien claro ayer que ve las cosas de un modo totalmente diferente. El descenso de la producci¨®n en 1992 ser¨¢ de un 20% por lo menos, la construcci¨®n de viviendas est¨¢ a nivel de 195 1, el giro comercial en lo que va de a?o ha disminuido un 39% y la inflaci¨®n es de un 2.200%. En resumen, Jasbul¨¢tov dijo que la econom¨ªa no pod¨ªa ir peor y que la culpa la tiene el Gobierno, su pol¨ªtica de "expoliaci¨®n" y su. falta de visi¨®n de la realidad. Las mejoras que los representantes gubernamentales juzgan como un cambio sustancial son mejoras coyunturales a los ojos de Jasbul¨¢tov, partidario de que el Congreso se pronuncie de una forma clara sobre el modelo a seguir: o bien una f¨®rmula liberal o bien una econom¨ªa orientada hacia la sociedad.
En un gesto populista, muy de su estilo, el presidente Bor¨ªs Yeltsin prometi¨® a la poblaci¨®n que en un periodo de tres a cinco a?os el Estado va a devolverles los ahorros que han visto devaluados por la inflaci¨®n, y que, adem¨¢s, se los va a devolver actualizados de acuerdo con el ritmo de la inflaci¨®n. Es una promesa dificil de cumplir, porque la suma en cuesti¨®n podr¨ªa superar el presupuesto global del pa¨ªs.
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