Operaci¨®n Somalia
FINALMENTE, DESPU?S de semanas de consultas e iniciativas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidi¨® anteanoche desencadenar una operaci¨®n militar humanitaria en Somalia. Se trata de garantizar que la ayuda internacional enviada para aliviar a las regiones m¨¢s afectadas, especialmente en el norte del pa¨ªs, en la provincia de Hargueisa, llegue a sus destinatarios y no se quede en manos de cualquiera de las bandas dedicadas a guerrear. Excelente noticia.Al final no ha sido realmente necesario invocar numerosas razones de orden pol¨ªtico para tomar una decisi¨®n que el mundo entero reclamaba. Ha bastado con acudir a un principio cuya aplicaci¨®n universal ha hecho posible el fin de la guerra fr¨ªa: es leg¨ªtimo que la ONU -o un conjunto de pa¨ªses actuando por ella- intervenga por la fuerza en defensa de causas humanitarias. Pocas situaciones lo son m¨¢s que la del Cuerno de ?frica: una espantosa hambruna (en la que mueren mil personas diariamente y que afectar¨¢ ya sin remedio a la vida de millones de ni?os) desencadenada por causas naturales y agravada hasta proporciones impensables por una guerra disparatada.
La simple adopci¨®n de la resoluci¨®n del Consejo hizo que ayer callaran las armas en Mogadiscio. Y es que detr¨¢s de la guerra no existe motivo pol¨ªtico, patri¨®tico o econ¨®mico que no sea la ambici¨®n y la codicia personales de cualquiera de los condottieri, de los se?ores de la guerra, que campan por sus respetos en Somalia. Son simplemente bandidos, responsables de la bestialidad que asuela hoy aquella regi¨®n.
La Operaci¨®n Somalia planteaba y a¨²n plantea dos problemas principales: uno militar y otro pol¨ªtico. Desde el punto de vista militar, en primer lugar, toda intervenci¨®n en un pa¨ªs extranjero tiene no s¨®lo complejidad estrat¨¦gica y econ¨®mica, sino un inquietante car¨¢cter de indefinici¨®n temporal. ?Durante cu¨¢nto tiempo se prev¨¦ que se mantendr¨¢ la ocupaci¨®n por un cuerpo expedicionario extranjero? Y una vez resuelta ¨¦sta, si vuelve a estallar la guerra civil, ?qui¨¦n la detendr¨¢? El horizonte temporal no es irrelevante, adem¨¢s, si se recuerda que la mayor aportaci¨®n a la Operaci¨®n Somalia provendr¨¢ de EE UU por una decisi¨®n del presidente saliente Bush en un periodo de interinato final, que se supone ratificar¨¢ sin matizaciones su sucesor o que se dar¨¢ por terminada, como quiere Bush, el 20 de enero, fecha del traspaso de poderes. ?Ser¨¢ posible? ?Se retirar¨¢ entonces EE UU de un contingente multinacional del que ser¨¢ la porci¨®n m¨¢s numerosa?
Mientras tanto, el problema de Somalia ha contribuido a definir y a configurar el papel pacificador y humanitario de la ONU. Desde el punto de vista pol¨ªtico, la intervenci¨®n en Somalia plantea menores dificultades que, por ejemplo, una iniciativa similar para detener la guerra en la antigua Yugoslavia. En la . primera, el objetivo es puramente humanitario; en la segunda, se ti?e de obvias connotaciones pol¨ªticas. En Somalia, el ¨²nico partido que tomar¨¢n las fuerzas internacionales ser¨¢ el de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Pero Bosnia-Herzegovina y el Cuerno de ?frica son claramente dos extremos radicales entre los que caben otras operaciones de la ONU (como en El Salvador o en Camboya) que, en mayor o menor grado, est¨¢n resultando razonablemente exitosas. Por consiguiente, las acusaciones de inoperancia dirigidas contra Naciones Unidas son en buena parte injustas.
Evidentemente, la intervenci¨®n en Somalia tendr¨¢ como resultado no s¨®lo la eliminaci¨®n de la hambruna, sino, como consecuencia derivada, la derrota y desaparici¨®n de los: se?ores de la guerra. ?Qu¨¦ sustituir¨¢ a la autoridad de ¨¦stos? La ONU no va a tener m¨¢s remedio que propiciar, aunque no lo pretenda, alg¨²n tipo de soluci¨®n pol¨ªtica. Para ello resultar¨¢ imprescindible la presencia en Mogadiscio de un hombre fuerte, paciente y conocedor del tema: el primer representante de la ONU en Somalia, el argelino Mohamed Sahmm, que ya dimiti¨® de su cargo hace un mes, cuando consider¨® que la organizaci¨®n estaba siendo ineficaz. Debe ser reinstalado en su cargo y puesto al frente de la vertiente civil de la Operaci¨®n Somalia.
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