En nombre de KIO
Una intensa historia empresarial urdida por Javier de la Rosa
Veinticinco de mayo de 1992. El kuwait¨ª Mahmoud al Nouri aterriza en Espa?a procedente de su pa¨ªs, v¨ªa Londres. En tierra apenas tiene quien le espere. ¨²nicamente Luis Va?¨®, un hombre de confianza para la gente que le env¨ªa de su pa¨ªs. Al Nouri no conoce Espa?a. S¨®lo algunas referencias recibidas de los responsables de la sociedad estatal Kuwait Investment Office (KIO) cuando le encargaron los negocios del grupo en dicho pa¨ªs. Va?¨® se encargar¨¢ de completar la informaci¨®n. La tarea inmediata es estudiar las cifras del grupo en Espa?a. M¨¢s tarde vendr¨¢n las decisiones. Va?¨® hab¨ªa sido el primer hombre de confianza de KIO en Espa?a. En 1986 fue sustituido
por Javier De la Rosa.Al Nouri, se supo pronto, era un funcionario kuwait¨ª fichado por los nuevos responsables de KIO en Europa, encabezados por Al¨ª Rashid Al Bader, para aclarar lo que pasaba con las inversiones realizadas en los a?os anteriores por KIO en Espa?a. El anterior responsable, Fotiad J. Jaffar, acababa de abandonar el grupo. Poco despu¨¦s lo har¨ªa su mano derecha en Espa?a, el empresario barcelon¨¦s Javier de la Rosa Mart¨ª. Jaffar y De la Rosa formaron un t¨¢ndem casi perfecto desde que KIO destap¨® sus posiciones inversoras en Espa?a.De la Rosa, que se hizo famoso con el esc¨¢ndalo Tierras de Almer¨ªa, una empresa cuyas inversiones supusieron la parte m¨¢s relevante del agujero de m¨¢s de 100.000 millones de pesetas en la Banca Garriga Nogu¨¦s, reaparec¨ªa entonces a la luz p¨²blica tras un corto periodo de ostracismo. Pero reaparec¨ªa con br¨ªo. En realidad, fue ¨¦l quien se encarg¨® de trazar la estrategia inversora del grupo KIO, cuya primera actuaci¨®n hab¨ªa sido, precisamente, la adquisici¨®n de la finca Las Lomas (C¨¢diz) a la familia Mora Figueroa en junio de 1984 con el asesoramiento de De la Rosa y el apoyo financiero de la Garriga. El mismo mes compraba el 30% de de la cadena hotelera Hotasa -antes controlada por Rumasa- con el apoyo de Aresbank, el banco dirigido por Va?¨®.
Ese fue el comienzo. Burla burlando fue acumulando participaciones: el 81% de Inpacsa, que era de la familia Porcioles; la tambi¨¦n papelera Riera, y el 24,9% de otra papelera catalana, Torras Hostench, que se convertir¨ªa en la catapulta para saltar a otros sectores contando con el apoyo del Banco Santander.
Hab¨ªa ido comprando poco a poco, aunque las noticias explotaron en el verano de 1987. De una tacada se supo que ten¨ªa importantes paquetes de acciones de ERT, de Cros, del Banco de Vizcaya y del Banco Central. Hasta entonces no hab¨ªa habido enfrentamientos personales, quiz¨¢ por el tama?o (peque?o) y la situaci¨®n (debilitada) de las empresas. Sin embargo, en las cuatro entidades mencionadas anteriormente los hubo y grandes. En ERT, De la Rosa se top¨® con Jos¨¦ Mar¨ªa Escondrillas; en Cros, con Francisco Godia; en el Central, con Alfonso Esc¨¢mez, y en el Vizcaya, con Pedro Toledo.
Fue Escondrillas el hombre que m¨¢s pele¨® con De la Rosa. El empresario vasco hab¨ªa sido colocado por Carlos Solchaga para arreglar ERT y, tras negociar con la banca acreedora, hab¨ªa convertido la empresa en su bunker particular. El presidente de Cros, Godia (fallecido), era un hombre de tradici¨®n personalista que, tras comenzar parapet¨¢ndose como Escondrillas, acab¨® por recomendar las acciones de la nueva empresa que resultaba de la fusi¨®n de ERT y Cros (Ercros) como "el mejor seguro para las viudas". Godia apenas lleg¨® a presidir Ercros unos d¨ªas. Fue sustituido por Javier Vega de Seoane, ex director general del INI y hombre de confianza de Luis Carlos Croissier, a la saz¨®n ministro de Industria. Vega y De la Rosa nunca se entendieron, pero el primero hizo a la perfecci¨®n el trabajo que le ped¨ªa Torras: desgaj¨® activos, vendi¨® gran parte de los industriales (todas las empresas farmac¨¦uticas, la petrolera Ertoil ... ) y traspas¨® los inmobiliarios a Prima Inmobiliaria, otra empresa que hab¨ªa ca¨ªdo en manos de KIO.
El desaparecido Pedro Toledo no pudo reprimir su enfado cuando se enter¨® de que KIO ten¨ªa el 5% del Vizcaya. Supo, no obstante, reponerse y recomprar las acciones, lo que supuso una importante plusval¨ªa para el grupo ¨¢rabe. Esc¨¢mez, sin embargo, a¨²n no ha olvidado a De la Rosa. Tras comprar otro 5% del Central, KIO comenz¨® a merodear por la Compa?¨ªa Espa?ola de Petr¨®leos (CEPSA), controlada por el Central y de la que el propio Esc¨¢mez era presidente (algunas fuentes aseguran que la posterior entrada de la firma IPIC, controlada por el emirato de Abu Dabi, fue una reacci¨®n contra KIO). En 1991, Esc¨¢mez pas¨® a controlar la petrolera Ertoil, subsidiaria del grupo a trav¨¦s de Ercros, tras una operaci¨®n poco clara al vender la petrolera a una intermediaria con sede en Luxemburgo (GMH).
Asedio al Central
Pero Esc¨¢mez no pudo evitar que KIO comprara m¨¢s acciones del banco (lleg¨® hasta, el 12%) y que le metiera en casa a los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer (m¨¢s conocidos como los Albertos) al venderles la mitad de las acciones a trav¨¦s de la sociedad Cartera Central.
Los AIbertos y De la, Rosa fueron ¨ªntimos hasta llegar a prestarles el avi¨®n particular. Los primos, propietarios con sus esposas, las Koplowitz, de Construcciones y Contratas proyectaron las torres de la plaza de Castilla en Madrid que hoy ahogan a Prima. Pero las relaciones ahora est¨¢n rotas. Al igual que lo est¨¢n entre el empresario catal¨¢n y Manuel Guasch, compa?ero suyo de colegio que tras las hostilidades con los nuevos responsables de Torras ha tomado partido por ¨¦stos. Es el ¨²nico caso de los fieles a De la Rosa dentro del grupo Torras que han abandonado el cuartel general de aqu¨¦l. Guasch, fue colocado al frente de la azucarera Ebro (despu¨¦s fusionada con Agr¨ªcolas) tras adquirir Torras el control de la sociedad en una operaci¨®n en la que tambi¨¦n compr¨® acciones De la Rosa. Guasch es hoy, junto a Va?¨®, el ¨²nico consejero espa?ol del Grupo Torras.
El inversor barcelon¨¦s, adem¨¢s, tom¨® acciones para s¨ª en el resto de empresas del grupo y en las que se iban incorporado, como Industrias Bur¨¦s (fabricante de El Burrito Blanco) que adquiri¨® a la familia Juncadella. El caso m¨¢s llamativo fue Ercros, donde la empresa Mesa Redonda, una de las diversas constitu¨ªdas por De la Rosa como tenedora de acciones, tiene un paquete del 18%. Estas acciones fueron
adquiridas con un cr¨¦dito del Grupo Torras, avalado con acciones de Ercros. En Prima, la sociedad Phoenix, supuestamente controlada por dicho equipo, controla el 5%. En Torraspapel, intercambi¨® activos con Sarri¨®. Testigo fue Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, presidente de la CEOE.
EnfrentamientosEstas operaciones se han descubierto en los meses de gesti¨®n de Al Nouri, enfrentado con el anterior equipo gestor, al que ha seguido tambi¨¦n fiel, como asesor de imagen, Alfredo Fraile, desde la Agencia A. Otro de los hombres que siempre ha estado cercano a De la Rosa ha sido Josep Piqu¨¦, pr¨®ximo asimismo al consejero de Econom¨ªa de la Generalitat Maci¨¢ Alavedra. Piqu¨¦ preside hoy Ercros.
La relaci¨®n de Piqu¨¦ con Jos¨¦ Aureliano Recio parece gozar de buena salud. Recio, amigo de Solchaga, fue sondeado por De la Rosa para presidir Ercros. Tras aceptar, abandon¨® 22 d¨ªas despu¨¦s al no querer KIO aportar las cantidades que ¨¦l consideraba necesarias para evitar la suspensi¨®n de pagos. Ahora es asesor de Torras y ha intentado buscar soluciones para evitar la suspensi¨®n.
4 de diciembre de 1992. Han pasado seis meses desde que lleg¨® Al Nouri. Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Braun, abogado, anuncia que estudia medidas legales de KIO contra De la Rosa, Jorge N¨²?ez, Joan Piqu¨¦, Narciso de Mir, Guasch y Jaffar, principalmente. De la Rosa tiene ahora su frente abierto en Tibigardens, proyecto que recibi¨® los elogios de Jordi Pujol, que le ha apoyado financieramente, aunque ahora empiece a apartarse, y en Quail. En su equipo, adem¨¢s de su mano derecha Narciso de Mir, colaboran varios ex consejeros de la Generalitat como Josep Mar¨ªa Cullel, Juan Jos¨¦ Folchi o Vi?ens Oller. Ahora ha contratado a Emilio Cassinello, comisario de la Expo-92 y hombre cercano a Felipe Gonz¨¢lez. Fuoad J. Jaffar est¨¢ en Londres y participa en sociedades particulares, en estrecho contacto con su amigo De la Rosa.
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