Voz del Caribe
La sorpresa Derek Walcott es hoy la supemova del firmamento literario. A pesar de que la novela viene siendo considerada como el g¨¦nero mayor, todo escritor reconoce que es en la poes¨ªa donde se halla la verdad de lo primigenio. Walcott es una profunda, inteligente y culta confirmaci¨®n de esa verdad.Walcott 1992 ha significado dos cosas: por un lado, el rescate del olvido de la cultura afroamericana en una fecha -la del V Centenario- celebrada o criticada s¨®lo desde el prisma de la cultura occidental y su respuesta indigenista. Por otro, la consagraci¨®n de la literatura mestiza frente al reciente incremento del racismo en Europa. Pero todo esto, pese a su certeza, s¨®lo es urgencia period¨ªstica y h¨¢bil diplomacia de la Academia Sueca.
De la estirpe de Homero
Porque Walcott, adem¨¢s de perte necer a ese atomizado grupo de escritores nacidos en las antiguas posesiones del imperio brit¨¢nico, es un poeta de la estirpe de Homero, Dante o Whitman. Uno de esos poetas de los que caben pocos, no ya en un siglo, sino en toda la historia de la literatura. Descendiente de ingleses, holandesesy esclavos procedentes de frica, Walcott naci¨® en el seno de la comunidad metodista y anglohablante de Santa Luc¨ªa, una isla de mayor¨ªa cat¨®lica y franc¨®fona, vecina de La Martinica, que pas¨® de manos espa?olas a manos francesas e inglesas hasta lograr la independencia de Gran Breta?a en 1962. Su obra y su vida son un reflejo de este mosaico de contradicciones que, en vez de resolverse desde el rechazo de unas y la adopci¨®n radical de otras, se acrisolar¨¢n para dar lugar a una poes¨ªa torrencial y due?a de una polif¨®nica gama de registros.
Encontramos las claves de la obra de Walcott en una biograf¨ªa dividida y enriquecida por diferentes culturas, la fascinaci¨®n por su lengua literaria -el ingl¨¦s de los antiguos amos, pero tambi¨¦n de su padre-, las referencias' criollas y patois, un s¨®lido enraizamienio cl¨¢sico que abarca desde el G¨¦nesis a nuestros d¨ªas, y la vocaci¨®n. hom¨¦rica de su visi¨®n del Caribe.
. Derek Walcott ha sabido destilar de la Babel antillana un nuevo Egeo que enriquece, desde la interpretaci¨®n de su propio mundo po¨¦tico, la interpretaci¨®n de lo universal.
?Su secreto?: una fuerza abisal y de car¨¢cter metaf¨ªsico surgida de la tensi¨®n y l¨²cida asimilaci¨®n del cruce de mitos, historia, estilos literarios, culturas, carnalidad del lenguaje y fe en el car¨¢cter religioso de la poes¨ªa. Y es precisamente el mestizaje de esta poes¨ªa la respuesta visionaria, inteligente y llena de vigor que desde la periferia antillana Walcott ha arrojado a las costas de un Occidente sumido en un aturdido desconcierto:, las palabras de la tribu ord¨¦nando el vasto tapiz del mundo.
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