Craxi se niega a dimitir y anuncia la revancha
"Una parte de la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos es irregular o ilegal. Me refiero a todos los partidos ( ... ). Volver¨¦ a hablar del tema en el Parlamento, y esta vez, a fondo. Estoy acostumbrado a usar el lenguaje de la verdad". Con esta declaraci¨®n, en la que resultaba dif¨ªcil no ver una carga amenazadora, el l¨ªder socialista italiano, Bettino Craxi, anunciaba ayer que adoptar¨¢ una defensa agresiva. Poco despu¨¦s, ante la direcci¨®n nacional de su partido, Craxi dijo que dados los ataques recibidos se negaba a dimitir, aunque puso su cargo de secretario a disposici¨®n de ese ¨®rgano.
En cualquier caso ese ¨®rgano no est¨¢ capacitado para elegir a un sucesor. Como el rey del ajedrez cuando recurre a una defensa extrema, Craxi se orientaba, en consecuencia, a conservar la direcci¨®n del partido, pero sin participar directamente en las jugadas. Los detalles de la reuni¨®n segu¨ªan pendientes de una cumbre del Partido Socialista Italiano (PSI), que a¨²n se preve¨ªa muy larga anoche. Pero incluso antes de empezar la reuni¨®n, era laro que Craxi pod¨ªa poner su cargo a disposici¨®n del PSI, como es l¨®gico despu¨¦s de haber sido implicado en un sumario por corrupci¨®n, sin tener que salir de estampida, y por la puerta trasera, de la escena pol¨ªtica.Otra cosa es que la decadencia de Craxi parezca ya inevitable, a no ser que la crisis italiana experimentara un nuevo vuelco imprevisto y en una direcci¨®n claramente restauradora. Pero lo que ayer se apuntaba como seguro es que el l¨ªder del PSI durante los ¨²ltimos 16 a?os podr¨ªa, al menos, seguir controlando el proceso de su sucesi¨®n por una de estas dos v¨ªas: bien como secretario en funciones, en el caso de que la direcci¨®n nacional decidiera que es preciso esperar al pr¨®ximo congreso para elegir a un sucesor, o bien a trav¨¦s de un secretario provisional, y de escaso peso propio, en el supuesto de que se optara por esta segunda soluci¨®n, que se concretar¨ªa en una pr¨®xima asamblea del partido.
Dos datos ciertos son que Craxi sigue conservando suficiente poder, tanto en la direcci¨®n del PSI como en la Asamblea, para cerrar la puerta a su rival, Claudio Martelli, y a la vieja izquierda socialista; y que Giuliano Amato, el m¨¢s probable sucesor de consenso entre los dos bandos en liza, se niega a dejar el Gobierno que preside para relanzar un partido en situaci¨®n penosa.
Tampoco Oscar Luigi Scalfaro, presidente de la rep¨²blica, se inclina a aceptar, hoy por hoy, la posibilidad de que Amato pueda simultanear la direcci¨®n del Gobierno y de su partido, aunque esa soluci¨®n, resultar¨ªa l¨®gica en un momento en el que los partidos deben abandonar el protagonismo excesivo, superior al del Ejecutivo, que han tenido en la vida p¨²blica italiana.
Craxi abordaba la cumbre socialista de ayer con una actitud t¨ªpica de su personalidad combativa, y en coherencia con los argumentos que ha sostenido desde que la investigaci¨®n judicial sobre la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos empez¨® a desvelar un fondo de corrupci¨®n generalizada, provocando la gran ola que ahora se cierne sobre los protagonistas de la historia de Italia.
"Coger dinero para uno mismo es un delito, pero coger dinero para el partido, no", ha repetido hasta la saciedad el l¨ªder, desafiando la l¨®gica hasta unos extremos donde todav¨ªa o le ha acompa?ado ning¨²n penalista. Tambi¨¦n ha sostenido que Vincenzo Balzamo, el secretario administrativo fallecido hace pocas semanas, fue un hombre de honradez intachable, v¨ªctima inocente de una prensa sin prejuicios, para decir ahora, tras haber sido encausado, que Balzamo era el ¨²nico que podr¨ªa responder de irregularidades en la financiaci¨®n, porque ¨¦l, Craxi, como secretario pol¨ªtico, apenas sab¨ªa.
Ignorancia total
Craxi no niega del todo. "En la gran mayor¨ªa de casos, yo ignoraba completamente estas cosas", dice estos d¨ªas, admitiendo impl¨ªcitamente que sab¨ªa, por lo menos, de una peque?a minor¨ªa. Pero los jueces milaneses son escasamente complacientes cuando se ponen a describir tales peque?os detalles financieros de la pol¨ªtica: "Por cuenta de la Lodigiani, S.A., [recibi¨®] la suma de 1.000 millones de liras (unos 85 millones de pesetas) cada a?o, entre 1985 y 1992, con objeto de que los funcionarios p¨²blicos encargados de la adjudicaci¨®n y la gesti¨®n de las obras p¨²blicas favorecieran a dicha sociedad".?sta es s¨®lo una de las precisiones contenidas en las 18 p¨¢ginas del auto de apertura del sumario contra Craxi, que enumera hasta 40 presunciones de delito por un importe total de 137.000 millones de liras. "Si se tratara de decenas de millones hubi¨¦ramos podido pensar que el secretario general no sab¨ªa. Pero no podemos creer que tantos miles de millones hayan podido escapar al control de Craxi", ha explicado Saverio Borrelli, fiscal jefe de Mil¨¢n.
Por su parte, los peri¨®dicos comienzan a preguntarse c¨®mo se ha financiado Craxi su piso y sus villas.
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