L¨ªbano rechaza a los palestinos expulsados por Israel

Empapados hasta los huesos, sentados sobre las rocas de una colina helada del sur de L¨ªbano, los 418 palestinos expulsados por Israel eran ayer un retrato del limbo en el que ha ca¨ªdo la b¨²squeda de paz en Oriente Pr¨®ximo. Sin m¨¢s abrigo que un mono caqui y kufiyas blanquinegras, los ¨¢rabes deportados a la tierra de nadie entre los ca?ones. de Israel y L¨ªbano clamaban justicia. Lo m¨¢s probable, sin embargo, era que estos hombres hambrientos y cansados acusados por Israel de instigar a la violencia en los territorios ocupados se conviertan en los fundadores de un nuevo campamento palestino.

No tienen d¨®nde ir. Israel los ha expulsado hacia L¨ªbano, pero el Gobierno pro-sirio de Beirut les ha negado ingreso para estropearle el plan al primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin. En una ladera del ¨¢rido paisaje invernal del sur de L¨ªbano, cerca de la fantasmag¨®rica aldea de Marj Az-Zohur, los deportados esperaban que el furor internacional provocado por la decisi¨®n israel¨ª les ayude a regresar a Gaza y Cisjordania, aunque sea a las c¨¢rceles.Sordo a la ola de indignaci¨®n del mundo ¨¢rabe, las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional y la Comunidad Europea (CE), el Gobierno de Rabin no dio la m¨¢s m¨ªnima se?al de que podr¨ªa revocar su decisi¨®n. Mientras el primer ministro declaraba a la prensa que el caso ha quedado cerrado, los palestinos de los territorios ocupados se aprestaban a demostrarle que se equivoca. Por las calles de Jerusal¨¦n oriental circulaban ayer millares de copias de un virulento comunicado del liderazgo unificado de la rebeli¨®n ¨¢rabe contra la ocupaci¨®n israel¨ª. Proclamaba el inicio de "diez d¨ªas de fuego y furia". El movimiento de la Resistencia Isl¨¢mica, Hamas, cuyos ataques provocaron la deportaci¨®n de los 418 palestinos abanderaba la causa de la venganza.

"La situaci¨®n es extremadamente tensa. Es como si las calles estuvieran a punto de estallar en cualquier momento", dijo un residente de Nablus contactado por tel¨¦fono. "Hay polic¨ªas y soldados por todas partes", inform¨® otro palestino de Ramal¨¢. "Basta una chispa para que comience el incendio".

Paralizadas por una huelga general de tres d¨ªas, las calles de Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n oriental permanecen bajo fuerte vigilancia militar. En cada esquina, una patrulla con soldados bien armados. En medios oficiales israel¨ªes el temor a una escalada de violencia es casi tangible. "Nadie, nadie sabe lo que puede ocurrir en las pr¨®ximas horas", coment¨® una funcionaria gubernamental.

Intervenci¨®n divina

Los palestinos deportados, en su mayor¨ªa militantes Musulmanes de Hamas, la Yihad Isl¨¢mica y otras agrupaciones radicales, confiaban en una intervenci¨®n divina. "Que Al¨¢ tome venganza contra Rabin", rog¨® el jeque que ofici¨® las oraciones de los viernes en un escu¨¢lido paraje del L¨ªbano meridional. "Am¨¦n", respondieron bajo la luvia los hombres atrapados en tierra de nadie.

Vano result¨® su intento por entrar en L¨ªbano, aunque fuera para protegerse temporalmente de la lluvia y el fr¨ªo. Tras permanecer m¨¢s de 18 horas con los ojos vendados y las manos atadas, api?ados en 22 autobuses, los palestinos buscaron simb¨®licamente hospitalidad libanesa. El Ej¨¦rcito les bloque¨® el camino con dos veh¨ªculos blindados y un tanque. Cuando quisieron regresar a las l¨ªneas israel¨ªes nueve kil¨®metros al sur, los balazos que silbaron encima de sus cabezas frenaron su marcha.

El primer ministro liban¨¦s, Rafiq Hariri, reiter¨® ayer que su pa¨ªs no recibir¨¢ a los palestinos, pero demostr¨® la intenci¨®n de Beirut de darles la mayor ayuda posible. La Cruz Roja Libanesa envi¨® camiones con alimentos, carpas y mantas. M¨¦dicos libaneses curaron a varios palestinos de heridas sufridas a causa de palizas propinadas por los israel¨ªes.

El primer efecto pol¨ªtico de la acci¨®n israel¨ª fue la suspensi¨®n del di¨¢logo que ¨¢rabes e israel¨ªes sosten¨ªan en Washington en el marco del proceso de paz iniciado en Madrid hace 14 meses. La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina, (OLP), que apoya las negociaciones, decidi¨® congelar esos contactos hasta que Israel deje sin efecto las deportaciones. Ayer, la delegaci¨®n palestina a esas negociaciones era esperada en T¨²nel para contactos de urgencia con Yasir Arafat.

"Rabin no es el ¨²nico que est¨¢ en serios problemas", coment¨® un pol¨ªtico palestino identificado con los fundamentalistas, desde un comienzo opuestos a dialogar con Israel. "Arafat tambi¨¦n est¨¢ en un gran atolladero", agreg¨® se?alando las dificultades de la OLP para rescatar el proceso de paz sin enfurecer a sus rivales del Hamas, que luchan por el establecimiento de un Estado palestino no s¨®lo en los territorios ocupados sino en lo que hoy constituye el Estado jud¨ªo.

Las reacciones internacionales de condena a la medida israel¨ª, mientras tanto, se multiplican. Una de ellas proviene de la Comunidad Europea. Un comunicado difundido ayer por el Gobierno ingl¨¦s, que ostenta la presidencia de turno de la Comunidad Europea, subraya que esta expulsi¨®n masiva es contraria al derecho internacional, y pide a las autoridades israel¨ªes "el inmediato regreso" de los deportados. Mientras, en Washington, el presidente George Bush recibi¨® ayer a una delegaci¨®n palestina encabezada por el dirigente de los territorios Faisal Huseini.

[El Ej¨¦rcito israel¨ª mat¨® ayer a un palestino e hiri¨® a otros tres en dos incidentes separados en Cisjordania, informa Reuter].