El juez del 'Irangate' asegura que centrar¨¢ su investigaci¨®n en el propio Bush
El investigador especial del caso Ir¨¢n-Contra, el juez Lawrence Walsh, tras verse privado de los primeros objetivos de su investigaci¨®n por los indultos presidenciales, ha anunciado que centrar¨¢ ahora sus trabajos en George Bush, especialmente con el fin de saber si ¨¦ste concedi¨® autorizaci¨®n para cubrir la operaci¨®n. La Casa Blanca anunci¨® ayer que el todav¨ªa presidente har¨¢ p¨²blicos todos sus documentos sobre el caso. Varios congresistas han pedido que se estudie el procedimiento seguido en el perd¨®n presidencial.
"El perd¨®n tiene un efecto devastador para el desarrollo del conocimiento del caso", asegura el juez Lawrence Walsh, quien ha estado investigando el esc¨¢ndalo Irangate durante seis a?os. Walsh esperaba obtener nuevos datos en el desarrollo del juicio -que deb¨ªa haber comenzado en enero- contra el ex secretario de Defensa de Ronald Reagan, Caspar Weinberger, acusado de perjurio. Uno de los puntos capitales del caso es conocer cu¨¢nto sab¨ªa George Bush sobre el asunto en la fase inicial de la operaci¨®n.El Irangate, el mayor esc¨¢ndalo de la Casa Blanca en los ¨²ltimos seis a?os, salt¨® a la luz cuando se descubri¨® que la Administraci¨®n de Ronald Reagan vendi¨®, en 1986, armas a Ir¨¢n a cambio de obtener la liberaci¨®n de los rehenes estadounidenses en L¨ªbano. Los fondos de las ventas fueron destinados a financiar a la contrarrevoluci¨®n nicarag¨¹ense. La operaci¨®n se hizo a espaldas del Congreso, que hab¨ªa prohibido expresamente la transferencia de material b¨¦lico al r¨¦gimen iran¨ª.
Interrogatorio al presidente
"Bush se mantiene como objetivo de nuestra investigaci¨®n", anunci¨® Walsh. El investigador tiene la intenci¨®n de interrogar al presidente una vez que ¨¦ste abandone el cargo el 20 de enero. 'Tamos a emprender las acciones pertinentes para conocer los hechos", a?adi¨®. Con esta actitud de abierto enfrentamiento, el juez est¨¢ anunciando su voluntad de impedir que el perd¨®n presidencial bloquee las investigaciones. Walsh cree que el perd¨®n puede tener como objetivo evitar que Bush sea llamado como testigo en un eventual juicio contra los implicados. El todav¨ªa presidente anunci¨® ayer que har¨¢ p¨²blicos los documentos que obran en su poder sobre el caso, entre ellos la transcripci¨®n de las cinco horas de interrogatorio al que fue sometido en 1988.
La oferta presidencial, sin embargo, no ha aliviado la ira de los fiscales. "La cuesti¨®n es saber si ellos nos presentaron los documentos que les pedimos en 1987. No lo pierdan de vista", declar¨® ayer la portavoz del fiscal Walsh.
Los l¨ªderes del Senado, George Mitchell, y de la C¨¢mara de Representantes, Richard Gephard -ambos pertenecientes al Partido Dem¨®crata-, han anunciado la intenci¨®n de promover una investigaci¨®n del propio Congreso para conocer las condiciones en las que se acord¨® el perd¨®n. Gephard asegura que el perd¨®n presidencial supone la "aprobaci¨®n presidencial de la violaci¨®n de la ley". Seg¨²n publicaba ayer el diario Los Angeles Times, tanto el presidente de la C¨¢mara de los Representantes, Thomas Foley, como el reci¨¦n designado secretario de Defensa del Gobierno de Bill Clinton, Les Aspin, hab¨ªan expresado en privado su acuerdo con esta medida.
La decisi¨®n de Bush de conceder el indulto a seis altos cargos de la Administraci¨®n de Reagan se ha producido tras varias semanas de intensa presi¨®n por parte del lobby ultraconservador del Partido Republicano, que califica a Walsh de perseguidor enfermizo. ?stos no le perdonan que hiciera p¨²blico un nuevo cargo contra Weinberger, a cuatro d¨ªas de las elecciones, en el que se pon¨ªa en duda la tesis oficial de que Bush no sab¨ªa nada del caso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.