Rebajas
Las elecciones generales previstas para 1993 tienen un reconocible aroma de rebaja de nen¨²far en putrefacci¨®n. En Espa?a, todo el mundo lo comenta, gobierna el rodillo socialista con la inestimable y casi constante ayuda del PNV y de Converg¨¦ncia i Uni¨®. Los socialistas necesitan estas complicidades para demostrar que hacen pol¨ªtica de Estado, y a los arzulleros y roqueros les va bien salir en la fotograf¨ªa del consenso porque a las clientelas nacionalistas de unos y otros les encanta tener hombres en Madrid bien situados. Es previsible que los socialistas no consigan la mayor¨ªa absoluta y la ayuda de nacionalistas vascos y catalanes les sea ahora imprescindible, pero que no se asuste el espa?olismo renacido por doquier como consecuencia de los supuestos excesos simb¨®licos de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona.No se asusten porque ese previsible pr¨¦stamo de votos va a dedicarse sobre todo a dejar la pol¨ªtica del Gobierno del PSOE m¨¢s derechizada de lo que est¨¢ y no a provocar esa Espa?a rota que est¨¢ pidiendo una copla y es una l¨¢stima que se haya muerto Celia G¨¢mez sin tiempo para cantarla. El se?or Roca ya ha dicho que, en caso de que los votos convergentes tengan valor de cambio, pedir¨¢ mayor flexibilidad de plantillas. Por ah¨ª va a ir la cosa: rebajas de socialismo democr¨¢tico o gran liquidaci¨®n fin de temporada de Estado asistencial. Por su parte, el se?or Aznar nos ha dejado hechos unos contorsionistas al anunciarnois el fichaje de su hombre en Europa: Leopoldo Calvo Sotelo -?recuerdan?-, aquel se?or que Dios puso en este mundo para que nos metiera en la OTAN.
Pero Calvo Sotelo ya les ha dicho que no. ?Un Calvo Sotelo de rebajas, liquidaci¨®n fin de temporada de productos llenos de taras! ?Qu¨¦ horror!
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