"Es peligrosa una Europa social menos veloz que la financiera"
JAVIER VALENZUELA La central CFDT -considerada pr¨®xima al Gobierno- fue la vencedora moral de las elecciones sindicales francesas del 9 de diciembre. Obtuvo el 241/6 de los sufragios y, sobre todo, fue la ¨²nica central que mejor¨® sus resultados en relaci¨®n a los anteriores comicios. Con 580.000 afiliados, la organizaci¨®n dirigida por Notat es tambi¨¦n la ¨²nica que ha incrementado sus efectivos en los ¨²ltimos a?os. Buenas noticias para esta dura negociadora de pelo rubio, u?as bien pintadas y ojos casta?os que miran directamente al interlocutor. Notat, soltera, de 45 a?os de edad, es hija de agricultores y maestra de profesi¨®n.
Pregunta. La derecha francesa se prepara para recuperar el poder en las elecciones legislativas del pr¨®ximo marzo. Es parad¨®jico que en su programa ponga el acento en la necesidad de una en¨¦rgica acci¨®n social. ?Tan mal lo han hecho los socialistas en los 11 a?os que llevan en el poder?
Respuesta. Puesto que la izquierda nos ha sorprendido con sus buenos resultados en el terreno econ¨®mico y financiero, estar¨ªa muy bien que la derecha nos sorprendiera en el terreno social [risas]. Es cierto que los socialistas han triunfado all¨ª donde menos se esperaba: el control de la inflaci¨®n, el saneamiento del comercio exterior o la mejora de la capacidad inversora de las empresas. Y es tambi¨¦n cierto que no han satisfecho todas las expectativas sociales que hab¨ªan. despertado. Pero en el terreno social han hecho cosas, positivas. Su gran fracaso ha sido la lucha contra el paro. En materia de empleo se ha demostrado que la estrategia de desinflaci¨®n competitiva de Pierre B¨¦r¨¦govoy tiene enormes limitaciones. Esa estrategia no es suficiente para crear empleo.
P. ?Cu¨¢l es su explicaci¨®n al hecho de que la d¨¦cada socialista haya coincidido con una decadencia del sindicalismo franc¨¦s? ?Cre¨ªan los trabajadores que sus reivindicaciones iban a ser satisfechas de oficio por la izquierda en el poder?
R. En Francia nunca ha habido un alto ¨ªndice de sindicalizaci¨®n. Incluso en los mejores momentos nunca hemos superado el porcentaje del 25% de trabajadores sindicados. Quiz¨¢ eso se explique porque las reglas del juego en las relaciones sociales, las garant¨ªas individuales y colectivas han sido establecidas en gran medida por el Estado y muy poco por la negociaci¨®n colectiva. Dicho eso, es cierto que la presencia de los socialistas en el poder ha debilitado a¨²n m¨¢s la acci¨®n sindical.
El Estado puede y debe
P. ?Comparte usted esa idea vergonzosamente difundida desde el Gobierno de que el empleo depende de factores externos, en particular la recuperaci¨®n a nivel mundial?
R. El Estado puede y, debe desempe?ar un papel m¨¢s activo mediante inversiones p¨²blicas en sectores de la actividad que tienen d¨¦biles efectos sobre la inflaci¨®n, como los transportes, la vivienda social o los equipamientos colectivos. En ese asunto, los socialistas franceses no han ido tan lejos como deber¨ªan haberlo hecho. Un segundo eje es el tiempo de trabajo. Los socialistas comenzaron a reducirlo en 1982 , pero se detuvieron enseguida.
P. ?Qu¨¦ podr¨ªa hacerse?
R. Pueden encontrarse otras soluciones adem¨¢s de la reducci¨®n del tiempo de trabajo semanal. Por ejemplo, generalizar la reducci¨®n progresiva de la actividad a lo largo de toda la carrera de un asalariado, con especial incidencia en el periodo final de su vida laboral. Tambi¨¦n puede actuarse sobre la formaci¨®n continua. Deber¨ªa ser normal que en las empresas hubiera de modo permanente un grupo de asalariados en formaci¨®n, lo que liberar¨ªa puestos. Hay una tercera proposici¨®n: proponer horarios a la carta para las mujeres que deseen trabajar y al mismo tiempo asumir sus responsabilidades familiares.
P. La CFDT, fue la ¨²nica central sindical francesa que defendi¨® el s¨ª a Maastricht en el refer¨¦ndum del pasado 20 de septiembre. Sin embargo, uno de los argumentos m¨¢s escuchados de los partidarios del no fue el que dec¨ªa que Maastricht representa la Europa de los financieros y mercaderes. El d¨¦ficit social de la construcci¨®n europea llev¨® a muchos asalaria dos franceses a votar no.
R. Es verdad que hay un desequilibrio entre el ritmo en que se construye la Europa econ¨®mica y financiera y el ritmo en que se avanza sobre el terreno social. Ah¨ª hay un foso a llenar r¨¢pida mente, porque corremos el riesgo de que se imponga el modelo anglosaj¨®n, que exacerba la l¨®gica de la competencia a ultranza, propone la pr¨¢ctica desaparici¨®n de las cargas sociales de las empresas y predica el que cada cual se busque la vida, contra el modelo franc¨¦s o el de los pa¨ªses n¨®rdicos, en una palabra, el mo delo europeo, que garantiza un cierto nivel de protecci¨®n social para todo el mundo.
P. Usted es la primera mujer que accede a la direcci¨®n de una central sindical francesa. ?C¨®mo ve las cosas? ?Est¨¢ ganada la batalla por la igualdad?
R. Oh, no. Hay muchas cosas que hacer. Hay muchas mujeres que acceden a puestos de responsabilidad, y eso prueba que las cosas est¨¢n cambiando. Pero, como usted subraya, esas mujeres siguen siendo noticia, es decir, excepciones.
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