Una aberraci¨®n en el arte de torear
Jorge de Jes¨²s, apodado El Glison, es un matador pol¨¦mico y su toreo es, adem¨¢s, una aberraci¨®n dentro de la seriedad del arte de la lidia de las reses bravas.Por el morbo que despierta en las multitudes su valor inconsciente, tambi¨¦n despierta la pasi¨®n a su manera y llena los tendidos de las plazas de los pueblos. Parte de la concurrencia le festeja sus trasteos, si as¨ª se les puede llamar. Usa un aparato ortop¨¦dico en la pantorrilla derecha y su ayuda le coloca otro en el brazo derecho antes de tirarse a matar, en ambos casos por las secuelas que le dejaron sendas cornadas.
La heterodoxia, la torpeza y los trucos son las caracter¨ªsticas generales del toreo de El Glison, pues carece de t¨¦cnica y conocimientos, como lo demostr¨® su actuaci¨®n del domingo, que al fi nal narramos Por lo que podemos concluir: El Glison es la vulgaridad del toreo.
San Marcos / S¨¢nchez, Zotoluco, Glison; S¨¢nchez
Toros de San Marcos, con trap¨ªo, casta y tambi¨¦n genio, excepto 1?, 3? y 5? f¨¢ciles. Luis Fernando S¨¢nchez: dos medias estocadas ca¨ªdas, media estocada tendida, rueda de peones, descabello -aviso- y estocada ca¨ªda (silencio); estocada desprendida y cuatro descabellos (pitos). Eduardo L¨®pez, 'El Zotoluco': pinchazo, media, metisaca y estocada (ovaci¨®n y salida a los medios); bajonazo (petici¨®n y dos Vueltas al ruedo). Jorge de Jes¨²s, 'El Glison': estocada delantera ca¨ªda y rueda de peones (divisi¨®n de opiniones); media delantera ca¨ªda (bronca). Un toro para rejoneo de La Soledad, bravo. Karla S¨¢nchez: dos pinchazos y tres rejones desprendidos; mata el sobresaliente Fernando Arroy de dos metisacas, estocada corta -aviso- y nueve descabellos (pitos al sobresaliente y ovaci¨®n a la rejoneadora).Monumental Plaza M¨¦xico, 3 de enero. M¨¢s de tres cuartos de entrada.
Ante la mejor entrada de la temporada, la joven Karla S¨¢nchez, rejone¨® antes de la lidia, ordinaria un astado de La Soledad que fue pronto en su acometividad. Karla S¨¢nchez mostr¨® valor y conocimientos en el arte de Marialba. Templ¨® las embestidas del ejemplar en reuniones perfectas de frente, aprovech¨® la querencia en tablas de la fiera y tore¨® por dentro con agrado de las galer¨ªas.
Luis Fernando S¨¢nchez, al primer toro de la tarde, que sali¨® alegre y codicioso y derrib¨¦, al picador Ricardo Pacheco, lo tore¨® con voluntad. Y con el cuarto, que calamochaba y desarroll¨® sentido, el de Aguascalientes se vio en apuros y abrevi¨®.
Con el bovino pegajoso y revoltoso que se corri¨® en segundo lugar, El Zotoludo hizo gala de entrega y valor pero fall¨® con el acero. Pero con el quinto burel, llamado Palomo -que desarroll¨® una fijeza extraordinaria lig¨® una faena que podemos calificar de emotiva. Ejecut¨® tres series con la diestra y dos con la izquierda, con mando y limpieza. A pesar de la insistente petici¨®n de oreja por parte del p¨²blico, el matador de toros retirado Jes¨²s C¨®rdoba -que ocupaba la presidencia- se la neg¨® acertadamente, pues la estocada con que mat¨® era defectuosa.
La pachanga
El controvertido El Glison, fracas¨® con el toro Canario, que ocup¨® el tercer lugar, y ten¨ªa un son extraordinario por el lado izquierdo. Le dio unos trapazos por lo que la res, al no encontrar mando en la muleta, termin¨® raj¨¢ndose y refugi¨¢ndose en tablas.Con el que cerr¨® plaza, vino el caos en el ruedo y el esc¨¢ndalo en el tendido. El toro, aunque tardo, ten¨ªa un claro lado derecho, pero por exceso de castigo en varas y la p¨¦sima brega de la cuadrilla, se inutiliz¨®, y termin¨® en un manso dif¨ªcil. La corrida concluy¨® convertida en una vergonzosa pachanga con El Glison de protagonista principal, digna de un circo de barrio y no de una plaza de toros.
Babelia
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