Confusi¨®n alemana
LA DIMISI?N, el domingo pasado, del ministro de Econom¨ªa del Gobierno de Kohl, J¨¹rgen M?llemann, ha venido a agudizar la inestabilidad de un equipo gubernamental cuya reorganizaci¨®n est¨¢. pendiente desde hace bastante, tiempo. La falta de decisi¨®n de Kohl refleja una situaci¨®n pol¨ªtica inestable, en la que cualquier paso en falso enconar¨ªa unas relaciones poco cordiales entr¨¦ los tres partidos coligados. En ese marco, la causade la dimisi¨®n de M?llemann es vergonzosa, incluso por su peque?ez: hab¨ªa usado su papel oficial de ministro para escribir cartas a directores de supermercados recomend¨¢ndoles un sistema de seguridad producido por la empresa del hermano de su mujer. Despu¨¦s de una campa?a de prensa de dos semanas, y de haber tenido que desmentir los pretextos que hab¨ªa dado en un primer momento, M?llemann ha dimitido en las peores condiciones. No se trata s¨®lo de un caso personal: que sea ministro de Econom¨ªa de Alemania una persona capaz de cometer una inmoralidad de ese car¨¢cter -que inevitablemente ten¨ªa que volverse contra ¨¦l- es preocupante. M?llemarin, especialista en publicidad, hizo una carrera pol¨ªtica rapid¨ªsima desde su ingreso en el Partido Liberal, en gran parte gracias a sus dotes para la intriga. Ha ocupado, antes de ser ministro de Econom¨ªa, varios cargos ministeriales. Era, adem¨¢s, el candidato m¨¢s probable para ser elegido presidente del Partido Liberal. Hoy su carrera pol¨ªtica est¨¢ terminada (al menos durante un plazo no corto). En el Partido Liberal, la presidencia recaer¨¢ con toda seguridad en Klaus Kinkel, la persona que ha sustituido a Genscher en la cartera de Exteriores. En cuanto a la cartera de Econom¨ªa, corresponde al Partido Liberal, por lo pactado al formarse la coalici¨®n, dar el nombre. Y se pide, incluso en las filas liberales, qu¨¦ se de signe a alguien "que entienda": ello refleja un rechazo creciente al tipo de pol¨ªticos tan profesionales que son capaces de pasar de un ministerio a otro al margen de sus conocimientos, incluso trat¨¢ndose de un ministerio tan t¨¦cnico como el de Econom¨ªa.
El caso M?llemann puede tener consecuencias negativas para el. futuro del Partido Liberal. ?ste logr¨® salir de sus angustias -el temor a quedar por debajo del 5%,- gracias, en gran parte, al papel protagonista de Genscher en la unificaci¨®n alemana. En 1994, los liberales tendr¨¢n que. afrontar por primera vez unas elecciones sin su liderazgo.
En t¨¦rminos m¨¢s generales, la remodelaci¨®n, del Gobierno de Kohl no puede aplazarse m¨¢s. Probablemente los ministros principales (Exteriores, Interior, Hacienda, Justicia) no ser¨¢n cambiados, pero circulan ya bastantes nombres para los otros departamentos. Es un clima que no se puede prolongar. El problema es que Kohl necesitar¨ªa, con vistas al a?o 1993 -antesala de las elecciones de 1994-, aprovechar la reorganizaci¨®n ministerial para formar un equipo capaz de contener el descenso de su popularidad. No ser¨¢ f¨¢cil. Existe una evidente carencia de personalidades en el mundo pol¨ªtico alem¨¢n.
Por otra parte, los desaf¨ªos para este a?o son sumamente dif¨ªciles. Los intentos de Kohl de llegar a un "pacto de solidaridad" con los otros partidos y con los sindicatos a fin de afrontar las grav¨ªsimas consecuencias de la unificaci¨®n con la Alemania del Este no acaban de plasmarse. Las reticencias del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) se apoyaron en la denuncia de un plan gubernamental de reducci¨®n de los subsidios y recorte de varios programas sociales. Aunque la acusaci¨®n ha sido parcialmente desmentida por el Gobierno, parece clara la intenci¨®n del SPD de desentenderse al menos de los aspectos de ese pacto que resulten m¨¢s gravosos para la poblaci¨®n.
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