Estudian el esqueleto de Paracelso para disipar leyendas
Los vieneses han vuelto a dedicarse a una de sus pasiones favoritas: la necrofilia. Ahora le toca el turno a Paracelso, famoso m¨¦dico, fil¨®sofo y alquimista suizo de cuyo nacimiento se cumple este a?o medio milenio.
Su esqueleto, actualmente conservado en el Museo de Historia Natural de Viena, ha sido objeto de un an¨¢lisis toxicol¨®gico concienzudo por parte de un grupo de expertos del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Viena.
Los resultados provisionales del estudio ser¨¢n presentados al p¨²blico la pr¨®xima semana con motivo de una feria dedicada en Klagenfurt (Carintia) al famoso sabio, nacido en 1493 y muerto en 1541, que respond¨ªa al ampuloso nombre de Theoplirastus Borribatus von Hohenheim.
Seg¨²n el profesor Ch.ristian Reiter, especialista nada menos que en alteraciones de cad¨¢veres del Instituto M¨¦dico Forense, se trata de acabar con algunas leyendas tejidas en torno al extra?o personaje.
De acuerdo con la m¨¢s fant¨¢stica de esas leyendas, Paracelso muri¨® envenenado y encarg¨® a un ayudante que descuartizase su cad¨¢ver, le echase unos polvos y abriese el f¨¦retro nueve: meses m¨¢s tarde; le dijo que encontrar¨ªa as¨ª un embri¨®n humano.
"Una leyenda t¨ªpicamente barroca", afirma Christian Reiter, quien recuerda que el cad¨¢ver fue exhumado dos veces de su tumba en el cementerio de San Sebasti¨¢n, en Salzburgo (Austria). Durante esas exhumaciones, 211 a?os despu¨¦s de su muerte, el cad¨¢ver de Paracelso fue da?ado por la paleta de un sepulturero, pero eso no quiere decir que se troceara el cad¨¢ver, explica el experto.
Dosis de mercurio
Una de las ponencias que se presentar¨¢n en Klagenfurt se?ala que en el cad¨¢ver se encontraron grandes concentraciones t¨®xicas que apuntan a que el alquimista estuvo sometido en vida a dosis muy elevadas de mercurio, utilizado en sus experimentos. Poco antes de morir, perdi¨® los siete ¨²ltimos dientes, lo que parece apoyar tambi¨¦n la tesis de un envenenamiento progresivo.Paracelso se dedic¨® al estudio y tratamiento de la s¨ªfilis en numerosos pa¨ªses europeos, as¨ª como de una serie de enfermedades profesionales de los trabajadores de las minas, a la cirug¨ªa y a investigar el origen de todo tipo de dolencias.
Cre¨ªa que el hombre es una especie de microcosmos integrador de los procesos, ritmos y fuerzas del macrocosmos, por lo que la pr¨¢ctica m¨¦dica deb¨ªa apoyarse en cuatro pilares: la filosof¨ªa, la astronom¨ªa, la virtud y la alquimia.
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