Menuhin, director

Inici¨® su vida la nueva Asociaci¨®n Filarm¨®nica de Madrid con la presentaci¨®n, en la sala grande del Auditorio de la Royal Philarmonic Orchestra, de Londres, conducida por quien es su presidente director asociado, Yehudi Menvihin, el legendario violinista de anta?o y hoy, a sus 75 a?os, director en pleno ejercicio. Y, siempre, m¨²sico de finos quilates, gran se?or en el arte y en la vida y ardiente humanista.Presidi¨® la Reina Sof¨ªa, que nos representa a todos en la admiraci¨®n a Menuhin y el concierto discurri¨® en clima francamente entusiasta. El programa estaba consagrado a dos compositores del Reino Unido tan destacados como Edward Elgar y Vaughan Williams.

Fue Elgar figura representativa de su tiempo dentro del amplio panorama de la creaci¨®n musical brit¨¢nica; aplaudido, unas veces, y discutido, otras, dio p¨¢ginas tan valiosas como las Variaciones enigma (1889), junto a otras mucho m¨¢s problem¨¢ticas como es el caso de la extensa Sinfon¨ªa n¨²mero uno en la bemol (1908), escuchada ahora en una versi¨®n de extraordinaria brillantez. Sin embargo, el conjunto de esta obra es tedioso, por cuanto a partir de una materia parva se produce m¨¢s enf¨¢tica que potente.

La suite de Las avispas, sobre Arist¨®fanes, de Vaughan Williams, sirve bien para iniciar un programa. No es trascendente, ni lo pretende, sino ilustrativa, gestual y de trazo vivo y firme.

Entre una y otra obra, Jeremy Menuhin, uno de los hijos del director y violonista, protagoniz¨® el Concierto en do mayor n¨²mero uno, de Beethoven. Formado en un cruce de escuelas, pero con un notable predominio del gusto franc¨¦s, el pianista toca con sonoridades sumamente atractivas puestas al servicio de un estilo limpio y expresivo a la vez.