Otro defecto de fabricaci¨®n dispara los costes de mantenimiento de cinco nucleares espa?olas
Las dos centrales nucleares de Asc¨® (Tarragona), las dos de Almaraz (C¨¢ceres) y Vandell¨®s II (Tarragona) se han encontrado con un nuevo fallo de fabricaci¨®n; esta vez, unas grietas que con el tiempo aparecen en el dispositivo de la tapa de la vasija que recubre el n¨²cleo del reactor. La empresa suministradora, la norteamericana Westinghouse, present¨® en diciembre un plan de revisi¨®n. Su arreglo, tasado por las propias centrales en varios cientos de millones en cada caso, viene a sumarse a la fuerte inversi¨®n -unos 80.000 millones en total- que ¨¦stas deben realizar en esta d¨¦cada para cambiar los generadores de vapor, tambi¨¦n afectados por problemas de corrosi¨®n.
En 1991 surgi¨® el problema de la corrosi¨®n de los tubos en los generadores de vapor. Alrededor de 60 centrales nucleares en el mundo pusieron en marcha programas para cambiarlos antes del a?o 2000, En Espa?a, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)ha dise?ado un programa para reponerlos en esta d¨¦cada en las dos plantas de Asc¨® y en las dos de Almaraz. Ahora ha saltado un nuevo problema en estas centrales, de tecnolog¨ªa norteamericana, equipadas por la empresa Westinghouse. El fallo fue detectado en octubre de 1991 en Francia, en el reactor Bugey 3, en Ly¨®n.?En qu¨¦ consiste este defecto de fabricaci¨®n? Al someter la planta de Ly¨®n a un chequeo hidr¨¢ulico, que se realiza cada 10 a?os sobre el circuito primario del reactor, los expertos vieron que en las soldaduras de la tapa de la vasija que contiene el n¨²cleo del reactor se produc¨ªan unas fisuras longitudinales que ocasionaban un escape interno de un, litro de agua fuertemente radiactiva por hora.
?Por qu¨¦ se producen estas grietas? Para regular la potencia de funcionamiento del reactor existen unas barras de control. El sistema de acceso de ¨¦stas al n¨²cleo es a trav¨¦s de unos tubos -unos 50 o 60- que perforan la tapa de la vasija. Cuando se fabric¨® todo el dispositivo, los tubos fueron soldados a la tapa; a consecuencia de esa soldadura se produjeron unas tensiones en los tubos que con el tiempo -lo han visto ahora en el chequeo franc¨¦s- dan origen a estas fisuras en esa especie de manguitos.
Nivel 2 de riesgo
Estas grietas no se han llegado a producir todav¨ªa, pero se ha visto, mediante la sobrepresi¨®n en los tubos, que pueden aparecer. Lo que parece claro es que hay que poner medidas para que no aparezcan. El informe de 1991 de la Direcci¨®n General de Instalaciones Nucleares de Francia clasifica esta anomal¨ªa en el nivel 2 de la escala de siniestralidad nuclear -fallos que no afectan a la seguridad de la central, pero obligan a una revisi¨®n de seguridad- y se?ala la decisi¨®n de cambiar en tres a?os las cubiertas de los dep¨®sitos de seis reactores nucleares, los de Bugey y Fessenheim.
El cambio de la tapa -que es movible- puede costar, seg¨²n las primeras apreciaciones, unos 300 millones o 400 millones de pesetas. El CSN, seg¨²n explica Ignacio Lequerica, jefe del gabinete t¨¦cnico de la presidencia, conoc¨ªa este informe franc¨¦s. En julio de 1992, el CSN le pidi¨® a las centrales susceptibles de encontrarse con este problema -todas norteamericanas, con reactores de agua a presi¨®n, de Westinghouse: Almaraz, Asc¨® y Vandell¨®s II- que hicieran un estudio de aplicabilidad y prevenci¨®n. Fue la propia suministradora, la Westinghouse, la que lo entreg¨® al CSN en diciembre, detallando las causas, factores agravantes el problema y un programa con lo que hacer y con cu¨¢nta urgencia.
El jefe de asuntos generales de Asc¨®, Antonio Fern¨¢ndez, ha declarado que est¨¢n "tranquil¨ªsimos" con este asunto, que todo es muy hipot¨¦tico; pero que, por si acaso, en febrero, cuando procedan a. una recarga de combustible, har¨¢n probablemente una inspecci¨®n, informa Berta Ramos. "El asunto es econ¨®mico", dice.
El asunto est¨¢ ahora en cu¨¢ndo proceder al recambio. Seg¨²n Lequerica, la acci¨®n no se considera urgente: "El problema evoluciona lentamente". Las fisuras no han aparecido todav¨ªa durante el funcionamiento normal, menos en las espa?olas -m¨¢s nuevas que las francesas-, aunque unas 70 centrales europeas pueden estar afectadas y se han puesto en marcha programas de revisi¨®n, aparte de en Francia, en B¨¦lgica, Suiza y Suecia.
En principio, en Espa?a, seg¨²n el CSN, no se proceder¨¢ a efectuar paradas especiales, y el problema se puede resolver aprovechando las paradas por operaciones de recarga de combustible. En Francia, seg¨²n public¨® The European la semana pasada, la inversi¨®n ser¨¢ de miles de millones de pesetas y puede llevar a algunas plantas al cierre ante los elevados costes.
Se llega as¨ª al asunto crucial -en el que la tapa de la vasija es la guinda-: lo caro de mantener la seguridad de una nuclear puede llevar a las empresas explotadoras a considerar su cierre. Tres centrales norteamericanas han dicho en las ¨²ltimas semanas que van a cerrar antes de lo previsto. La ¨²ltima en anunciarlo, la de Oreg¨®n. Seg¨²n Ladislao Mart¨ªnez, portavoz de la Asociaci¨®n Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) y experto en nucleares, estos elevados costes de las centrales nucleares han echado un freno riguroso a los planes. que hace 20 a?os ten¨ªan los pa¨ªses industrializados.
Par¨®n nuclear
"A pesar de los informes triunfalistas de la Organizaci¨®n Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA)", se?ala Ladislao Mart¨ªnez, de la organizaci¨®n Aedenat, "ahora s¨®lo tienen grandes programas nucleares Francia y Jap¨®n. En los pa¨ªses en desarrollo, por ejemplo, que hace una d¨¦cada aspiraban a tener muchas plantas de este tipo, han dado marcha atr¨¢s porque no encuentran inversores que puedan hacer frente a gastos tan gigantescos". Cuba ha desistido de construir la central que ten¨ªa prevista; Brasil, que pretend¨ªa construir 25, se ha quedado en una y otra cuyas obras no terminan; Argentina est¨¢ buscando compradores extranjeros para sus dos instalaciones.Ladislao Mart¨ªnez menciona tambi¨¦n otra duda, revestida de fuertes temores en toda Europa: "?Qu¨¦ pasa con las centrales de lo que fue el bloque socialista?". Si en el mundo occidental desarrollado se plantean como muy costosas estas inversiones en seguridad, ?qu¨¦ pueden hacer en el este de Europa, cuyas centrales est¨¢n siendo constantemente acusadas de inseguras, OIEA incluida, pero cuyo par¨®n supondr¨ªa paralizar regiones enteras? Se ha pedido el cierre, en concreto, de 16 plantas.
La prueba de su poca fiabilidad est¨¢ en que todas las centrales que hab¨ªa en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana fueron cerradas en el momento mismo de la unificaci¨®n. Pr¨¢cticamente s¨®lo les queda esperar dinero y t¨¦cnicos de la CE.
Se ha calculado que hacer seguras las centrales de la ex URSS cuesta unos seis billones de pesetas. En 1991, la CE aport¨® 7.000 millones.
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