El Tratado de Armas Qu¨ªmicas prev¨¦ eliminarlas en un plazo de 15 a?os
Las armas qu¨ªmicas habr¨¢n desaparecido de la faz de la Tierra dentro de 15 a?os, de respetarse el tratado que ayer comenzaron a firmar, en una reuni¨®n que durar¨¢ tres d¨ªas, en la sede parisiense de la Unesco los ministros de Asuntos Exteriores de un total de 127 pa¨ªses, incluidos Estados Unidos, Rusia, Israel, Africa del Sur, Ir¨¢n y los de la Comunidad Europea. El Tratado de Armas Qu¨ªmicas (TAQ) proh¨ªbe la producci¨®n, almacenamiento y empleo de lo que Javier Solana, jefe de la diplomacia espa?ola, calific¨® de "una de las armas que m¨¢s repugnan a la conciencia de la humanidad".
Aunque la aplicaci¨®n del TAQ se anuncia dif¨ªcil, en particular por el enorme coste de la destrucci¨®n de los arsenales ya existentes, la ceremonia de su firma, que concluir¨¢ ma?ana, representa una luz de esperanza en un panorama internacional cada vez m¨¢s inquietante. "En la historia de los acuerdos en materia de desarme y control de armamentos, no existe precedente de un tratado tan global, verificable y no discriminatorio como ¨¦ste", declar¨® el ministro espa?ol antes de suscribirlo.A diferencia de los acuerdos bilaterales o regionales de desarme, el TAQ tiene una vocaci¨®n universal. Representa adem¨¢s un gran progreso respecto al protocolo de 1925, que s¨®lo prohib¨ªa el uso de armas qu¨ªmicas, pero no su fabricaci¨®n y almacenamiento.
Asimismo es novedoso su sistema de verificaci¨®n, la llamada "inspecci¨®n por denuncia", que autoriza a un equipo internacional a visitar en un plazo corto todas las instalaciones sospechosas de un pa¨ªs firmante. Las tareas de inspecci¨®n depender¨¢n de la futura Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas, cuya sede ser¨¢ instalada en la ciudad holandesa de La Haya.
Investigaciones clandestinas
Los especialistas reunidos en la capital francesa aseguraban ayer que el sistema de inspecciones no podr¨¢ impedir las investigaciones clandestinas en laboratorios, pero har¨¢ muy dif¨ªcil la constituci¨®n de reservas masivas. "?stas", se?al¨® una fuente francesa "necesitan instalaciones tan grandes y sofisticadas que no pueden escapar a los modernos m¨¦todos de an¨¢lisis e investigaci¨®n".Uno de los grandes problemas de la aplicaci¨®n del tratado es el de la eliminaci¨®n de las re servas existentes. En 1989, la URSS anunci¨® su intenci¨®n de comenzar a destruir unilateral mente buena parte de sus armas qu¨ªmicas y a tal efecto cre¨® una f¨¢brica en Chapievsk. Pero el alto coste econ¨®mico y ecol¨®gico de esa f¨¢brica ha impedido hasta ahora su puesta en funciona miento. A semejanza de las armas nucleares, el costo de la destrucci¨®n de las qu¨ªmicas es casi tan elevado como el de su fabricaci¨®n. Estados Unidos, seg¨²n inform¨® Lawrence Eagleburger, jefe de la diplomacia norteamericana, tendr¨¢ que gastar 8.000 millones de d¨®lares para destruir las 30.000 toneladas de armas qu¨ªmicas que reconoce tener almacenadas. Rusia, con 50.000 toneladas en sus dep¨®sitos, necesitar¨¢ sin duda la ayuda econ¨®mica de Occidente.
El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, y el secretario general de la ONU, Butros Gali, presidieron la ceremonia de firma del tratado. De los 187 pa¨ªses invitados, tan s¨®lo Irak y Corea del Norte hab¨ªan dado desde el primer momento una respuesta negativa. En la d¨¦cada de los ochenta, Irak emple¨® las armas qu¨ªmicas en su guerra contra Ir¨¢n y en el aplastamiento de su poblaci¨®n kurda.
Los pa¨ªses ¨¢rabes llegaron a Par¨ªs sin ninguna posici¨®n com¨²n. No obstante, el ministro egipcio de Exteriores, Amr Mussa, anunci¨® que la mayor¨ªa de ellos se niegan a suscribir el TAQ hasta que Israel se adhiera al tratado de no proliferaci¨®n de armas nucleares. S¨®lo Marruecos y Kuwait se encontraban ayer dispuestos a firmar en Par¨ªs el tratado.
Simon Peres, el ministro israel¨ª de Asuntos Exteriores, propuso a los ¨¢rabes hacer de Oriente Pr¨®ximo una zona desembarazada de armas de destrucci¨®n masivas. "Israel", dijo, "propone a todos los pa¨ªses de la regi¨®n construir una zona en la que ser¨¢n prohibidas todos los misiles tierra-tierra y todas las armas qu¨ªmicas, biol¨®gicas y nucleares". Pero Peres puso como condici¨®n previa la llegada de la paz a este atormentado rinc¨®n del mundo.
Libia, Siria e Irak son, seg¨²n el Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos de Londres, algunos de los pa¨ªses que en los ¨²ltimos a?os han intentado dotarse de la lla mada "bomba at¨®mica de los pobres".
Una expresi¨®n inadecuada, puesto que si la fabricaci¨®n de productos mort¨ªferos a partir de abonos, herbicidas o insecticidas no es demasiado complicada, su conversi¨®n en armas eficaces no es tan simple. Lo prueba el hecho de que el r¨¦gimen de Sadam Husein no pudiera usar cabezas quimicas en sus Scud durante la ¨²ltima guerra del Golfo.
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