"Como m¨¢s que cuando era joven"
Pablo Roy Morales, el hombre m¨¢s anciano de Madrid, cumpli¨® ayer 109 a?os con un homenaje municipal
Pablo Roy Morales, el hombre m¨¢s anciano de la regi¨®n, tuvo ayer su tarta de cumplea?os, pero sin todas las velas que requiere el acontecimiento. No hay pastel que resista el estorbo de 109 candelas. ?l, sin embargo, lleva con humor y salud el peso de su veteran¨ªa. Desde que cumpli¨® el siglo, todos los alcaldes de Madrid le han agasajado. Ayer le toc¨® el turno a Jos¨¦ Mar¨ªa Alvarez del Manzano.
Un hijo, 8 nietos, 23 biznietos y 6 tataranietos forman un ¨¢rbol geneal¨®gico nada despreciable Todos ellos son descendientes de Pablo Roy, un centenario que cuando se le pregunta por su salud contesta convencido: "Estoy muy bien y dispuesto a seguir cumpliendo m¨¢s a?os?l, como muchas otras personas que han conocido ¨¦pocas de hambre, cifra su buen estado f¨ªsico en el apetito "Ahora como m¨¢s que cuando era joven", asegura como argumento definitivo.
Hombre afable
En la residencia Nuestra Se?ora del Carmen, de la Comunidad de Madrid, donde vive desde hace tres a?os, le consideran un hombre muy independiente y afable. Su vista y su o¨ªdo acusan el paso del tiempo, pero puede desenvolverse bien por s¨ª mismo. "Los mi¨¦rcoles y viernes que viene el peluquero a afeitarnos est¨¢ siempre el primero, es imposible llegar antes que ¨¦l", comentan en este centro situado en la carretera de Colmenar Viejo.Va a misa a diario, pero sale poco a la calle. Los buenos momentos llegan con las visitas de su extensa prole y con los juegos de cartas. "Cada vez que nace un tataranieto me lo traen", explica emocionado.Don Paco naci¨® en Milmarcos, un peque?o pueblo de la provincia de Guadalajara "que fue vendido por ese dinero y de ah¨ª le qued¨® el nombre`, seg¨²n relat¨® ¨¦l mismo a sus compa?eros de residencia. Durante a?os fue agricultor y trabaj¨® en la extracci¨®n del aceite. Tambi¨¦n ejerci¨® de juez de paz , de m¨²sico y de dependiente en un comercio malague?o.
El recuerdo de su esposa es uno de los m¨¢s intensos y tambi¨¦n el m¨¢s triste. Su muerte prematura cuando ¨¦l contabacon s¨®lo ventis¨¦is a?os, le dej¨® una huella amarga. "Quiz¨¢ el peor momento de mi vida fue cuando me avisaron de que ella y su madre se hab¨ªan electrocutado en el tendido el¨¦ctrico", rememora. De esta malograda uni¨®n naci¨® su ¨²nico hijo, Victorino, que tiene 82 a?os.
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