Las galer¨ªas subterr¨¢neas y los pozos de las islas Canarias empiezan a secarse

Las galer¨ªas y pozos que han permitido tradicionalmente la extracci¨®n de agua en el archipi¨¦lago canario comienzan a secarse en las islas que hasta ahora eran consideradas ricas en dicho recurso. Adem¨¢s, la falta de lluvias agrava un problema que no es nuevo en el archipi¨¦lago. Pero esta comunidad aut¨®noma busc¨®, desde hace varias d¨¦cadas, una soluci¨®n: la producci¨®n industrial de este bien escaso.El agua, es propiedad privada en Canarias, a pesar de la ley nacional que la declar¨® de dominio p¨²blico. El Parlamento regional adapt¨® en 1990 esta norma, tras una agitada pol¨¦mica social, para que las galer¨ªas puedan seguir en manos de sus miles de accionistas durante 50 a?os m¨¢s, tras lo cual quedar¨¢n bajo control p¨²blico.

Algunas islas de Canarias, concretamente las de la provincia oriental (Las Palmas), comenzaron a sufrir escasez de agua hace 40 a?os, como sucede ahora en otras ciudades espa?olas. La carencia de este recurso oblig¨® al archipi¨¦lago a "acudir al oc¨¦ano Atl¨¢ntico para producir agua industrial", dice Jos¨¦ Jim¨¦nez Su¨¢rez, director general de este ¨¢rea en la Consejer¨ªa regional de Obras P¨²blicas.En Gran Canaria, una de las islas m¨¢s afectadas, existen 11 desaladoras (que producen 35 millones de metros c¨²bicos de agua al a?o), de las que depende el 80% del abastecimiento urbano y tur¨ªstico. Adem¨¢s, funcionan depuradoras y algunos ayuntamientos tienen desaladoras propias para la agricultura.

El caso de la isla de Tenerife, tradicionalmente rica en agua, "comienza a ser preocupante", seg¨²n las autoridades canarias, que destacan, con la menor cantidad de este recurso, un problema de calidad en el mismo. Las galer¨ªas abiertas en esta isla para obtener agua subterr¨¢nea alcanzan hasta siete kil¨®metros de profundidad y ya est¨¢n llegando a la zona de contaminaci¨®n volc¨¢nica, debajo mismo del Teide, donde la existencia de gases produce un agua bicarbonatada.

En Tenerife est¨¢n ya proyectadas las dos primeras desaladoras: en el ¨¢rea tur¨ªstica de Adeje-Arona y en la capital, Santa Cruz de Tenerife. Fuerteventura y Lanzarote dependen tambi¨¦n de las desaladoras.

En El Hierro, el transporte del agua es caro y el l¨ªquido, adem¨¢s, contiene mucha sal. Las ¨²nicas islas que por ahora se salvan de la escasez son La Gomera y La Palma, si bien en ¨¦sta ¨²ltima se ha encendido ya la luz roja.