Marsillach: "Ni batallo ni hago caso a nadie"
El director estrena ma?ana 'Fuente Ovejuna' con la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico
Adolfo Marsillach vuelve con otra direcci¨®n de escena con la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC). Esta vez se trata de Fuente Ovejuna, de Lope de Vega, adaptada por el poeta Carlos Bouso?o. El montaje, ma?ana, en el teatro de la Comedia, de Madrid, se produce en un momento de la vida profesional de Marsillach definido como de una "incr¨¦dula serenidad". "Seguramente se debe a que todo lo que ten¨ªa que demostrar ya lo he demostrado, lo bueno y lo malo; aunque no me planteo ninguna batalla con nadie tampoco hago caso a nadie".
Esta Fuente Ovejuna supone la segunda direcci¨®n de Marsillach -a principios de tempo rada dirigi¨® La gran sultana, de Cervantes- en su nueva etapa al frente de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC). Se trata de una unidad de producci¨®n del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM) que ya dirigiera Marsillach desde su fundaci¨®n en 1986 hasta que en 1989 es nombrado director general del INAEM, cargo del que dimite dos a?os despu¨¦s para volver a hacer teatro y que recuerda como una experiencia irrepetible: "Porque no me apetece nada volver a pasar por ello". Hace un a?o retom¨® la direcci¨®n de la CNTC, y, a pesar de que su biograf¨ªa nunca se detuvo tanto tiempo en algo dice sentirse a gusto y cada vez le fascinan m¨¢s los cl¨¢sicos.
Incr¨¦dula serenidad
Su vuelta, menos sonora que otras etapas en las que trabaj¨® como actor, director y autor en numerosas obras teatrales, as¨ª como pel¨ªculas y series de televisi¨®n, se produce en un momento de la vida profesional de Marsillach definida por ¨¦l como de una incr¨¦dula serenidad. "Seguramente ello se debe a que todo lo que ten¨ªa que demostrar ya lo he demostrado, lo bueno y lo malo", dice; "s¨®lo pretendo ser coherente, y aunque no me planteo ninguna batalla con nadie tampoco hago caso a nadie".En cualquier caso, y como lo hizo siempre, su teatro tiene algo de provocaci¨®n: "Es algo inevitable e inevitado, amo el riesgo, la aventura, no me interesan nada las traves¨ªas tranquilas, ni en mi profesi¨®n ni en mi circunstancia vital". Quiz¨¢ por ello tiene intenci¨®n de no marcharse de la CNTC sin interpretar un papel: "No quisiera acabar mi trayectoria profesional sin volver a ser actor de teatro en alg¨²n momento, lo har¨¦ una vez y ser¨¢ la ¨²ltima", dice.
El montaje, adem¨¢s de la adaptaci¨®n del texto de Carlos Bouso?o, cuenta con escenograf¨ªa, vestuario e iluminaci¨®n de Carlos Cytrynowski, la m¨²sica de Tom¨¢s Boh¨®rquez y un reparto de 35 actores entre los que destacan H¨¦ctor Colom¨¦, Carlos Marcet, Blanca Apil¨¢nez, Cayetana Guill¨¦n Cuervo, Juan Jos¨¦ Otegui y Arturo Querejeta.
El director cree que ya no es necesario pensar que el comendador es el poder tir¨¢nico o dictatorial de una persona como pod¨ªa ser Franco y esa reflexi¨®n se puede hacer de una manera m¨¢s imparcial y m¨¢s fr¨ªa, " entre otras cosas para que la meditaci¨®n nos llegue con una cierta perspectiva hist¨®rica".
Preguntado sobre si la democracia ha creado unas nuevas formas de tiran¨ªa, Marsillach responde: "Pero de otro tipo; ser¨ªa injusto decir que la democracia haya producido una situaci¨®n similar a la del franquismo, lo que pasa es que la democracia no vacuna de otras epidemias o de otras enfermedades, y est¨¢ bien que nosotros reflexionemos a trav¨¦s de ese texto".
Tambi¨¦n le interesa destacar algo que est¨¢ en la intencionalidad de Lope: "?l deja en muy buen papel a los reyes cuando otorgan el perd¨®n y act¨²an con justicia, por lo que se le califica de reaccionario por el final de esta obra, pero creo que no es as¨ª, ya que pienso que Lope defiende lo que entonces era moderno y progresista". "Lo que ocurre es que sabemos hoy a lo que condujo una monarqu¨ªa absolutista y ah¨ª es donde hacemos una coda final en el espect¨¢culo, que espero se perciba, en la que comprendemos que Lope lo viera as¨ª, pero nosotros, como hombres del final del siglo XX, no podemos estar de acuerdo, porque conocemos las consecuencias de aquella monarqu¨ªa y pretendemos que el espectador entienda la distancia que produce el tiempo".
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